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el ‘perripaseo’ tiene sus reglas

El ‘perripaseo’ tiene sus reglas

El paseo diario le hace bien a los pequeños de cuatro patas.

El paseo diario le hace bien a los pequeños de cuatro patas.

María Alejandra Vélez

Para que los peluditos tengan una vida de bienestar, las salidas con ellos son básicas. En Quito hasta hay servicios que le ‘dan paseando’ al firulais si es que no tiene tiempo.

Pero para escoger a los paseadores de perros hay que tomar en cuenta ciertos parámetros para estar tranquilos y confiados.

Para la veterinaria Carolina Benavídez, si bien los paseadores de perros ayudan a quienes andan muy ocupados, no se puede confiar a alguien el cuidado de la mascota si es que no están calificados para esa tarea. Principalmente, dice, “en el sentido de responsabilidad con el animalito y con el entorno por donde van, cuidando que el perrito no tenga ningún problema y que no pelee con otros animalitos”.

La especialista aconseja que el paseo debe ser a diario para que los perritos tengan una buena salud y calidad de vida. Además de eso, con una caminata o unos minutos para el juego se logra controlar la ansiedad, el síndrome por separación, que dañen cosas dentro de casa y que sean más calmados.

Por eso, Adrián Villegas lleva a Wally, su perrita de 6 años, todas las mañanas a caminar al parque La Carolina. “Pasa estresada en el departamento por eso la traigo siempre por la mañana y cuando tengo tiempo por las noches también; si me tocara buscar a alguien que la pasee tendría que demostrarme que Wally se va a divertir y que estará segura, que le den un poco de adiestramiento y pueda socializar con otros perritos”.

Y es que cuando los peludos juegan entre ellos ganan más seguridad y alcanzan a largo plazo una mayor adaptabilidad al entorno que los rodea. Así hasta se evita las peleas futuras entre otras mascotas.

María de los Ángeles Ferrera, de Pet Walk, cuenta que un paseador responsable no debe tener por turno más de 4 perros. Así, dice, puede poner la atención necesaria en cada uno. “Cuando los paseamos drenan toda su energía, se sienten cómodos y regresan agradecidos a casa”, comenta Ferrera.

La afinidad del paseador con el peludito, el interés en su salud y que sea observador deben ser las primeras características que deben primar en quienes se dedican a esta actividad.

Pero no es que solo ellos tienen responsabilidades. El dueño también debe cumplir sus tareas.

“Que tengan las vacunas al día, que estén desparasitados, que no sean tan cachorros, y que papá o mamá perruna nos ayuden con el carné de vacunas al día son los requisitos para que el perro pueda pasear”, dice Willian Páez también de Pet Wlak.

Por su parte, agrega Willian, tienen todos los cuidarlos, recogen sus excrementos y están pendientes de ellos en todo momento.

La confianza y la interacción entre el dueño del can y el paseador son fundamentales. Muchos hasta fomentan buenas conductas, los supervisan, envían fotos y videos al dueño, comprende a su cliente canino y nunca lo deja solo.

“Investiguen antes de contratar el servicio de paseo, que sean higiénicos es importante, que conozcan técnicas de adiestramiento y comunicación canina. Pidan referencias”, recomienda Benavídez.

Verá que si detecta señales de maltrato de algunos llamados paseadores puede denunciarlos. En Quito, la sanción por maltrato animal va -como bajo- hasta con 2 años a prisión.


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