Patrimonio ya tiene 31 guardianes
Algunos vecinos de San Blas-La Tola, barrio ubicado en el ingreso norte del Centro Histórico, se sumaron al grupo de guardianes del patrimonio del Distrito Metropolitano de Quito. El evento para firmar el acta que avala esa distinción se realizó en la vera de la Plaza Belmonte.
El Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP) lidera este proyecto que reconoce a los distintos actores que, dentro de su accionar, ejecutan trabajos en favor del mantenimiento, defensa, puesta en valor y desarrollo del patrimonio cultural de la metrópoli.
En enero hubo tres actos similares y con el mismo objetivo. Hasta el momento ya suman 31 guardianes, aseguró Katy Herrera, directora de proyectos especiales del IMP. Ella lidera esta iniciativa y está convencida de que la conservación del patrimonio material e inmaterial requiere de un trabajo entre todos los actores de la sociedad.
Los vecinos de San Blas-La Tola estuvieron encantados con este reconocimiento y gozaron con los mensajes de los personajes lúdicos que por allí aparecieron: Cantuña, Padre Almeida y Manuelita. Hubo más: meneo de cadera y aplausos con el grupo de danza Sumak Wuarmi de la Universidad Central.
Antes de que el evento culminara, los 10 guardianes de San Blas-La Tola recibieron una alhajita planta para que, con dedicación, la hagan florecer, y cada vez que la miren se acuerden de su gran amor por la riqueza material e inmaterial de la ciudad. Había retoños de manzanilla, ají, tomate…
Los primeros en formar parte de esta prestigiosa lista de guardianes del patrimonio fueron los dueños de las 12 casas patrimoniales que fueron rehabilitadas gracias a los proyectos de conservación que tiene el IMP. Por ejemplo, la Casa del Higo, la Casa Bonilla... También se sumaron cuatro soñadores de igual número de galerías de arte de La Mariscal y cinco presidentes de los GAD de la Ruta Escondida.
El proyecto Guardianes del Patrimonio cuenta con una planificación mensual y en la cual, semanalmente, se desarrollan actividades para reconocer el esfuerzo realizado por los moradores y empresas para el mantenimiento de las áreas patrimoniales.
En lo que resta de febrero habrá tres activaciones más: el 11 de febrero se prevé el reconocimiento a industrias culturales, actores que promueven la industria cultural en torno a la conservación y difusión del patrimonio, en la casa Alqvimia (ubicada en la calle Rocafuerte).
Para el 18 se sumarán representantes del gremio de restaurantes, en el restaurante El Ventanal (calle Carchi, barrio San Juan); y el 25 se incluirán a los líderes hoteleros, en el convento de Santo Domingo.
Con el tiempo y las aguas, a San Blas-La Tola se sumarán otros barrios del Centro, norte y sur de Quito. Por ahora, este sector es chullita y uno de los más emblemáticos, donde su comunidad es bien pilas por ponderar los tesoros de su jurisdicción histórica.
