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6 de septiembre de 2018 09:35

Pastor evangélico, señalado por desaparición de joven, a prisión

La fiscal Mayra Soria (centro) detalla los peritajes realizados en el caso de la joven desaparecida. Foto: Twitter @FiscaliaEcuador

La fiscal Mayra Soria (centro) detalla los peritajes realizados en el caso de la joven desaparecida. Foto: Twitter @FiscaliaEcuador

Redacción Seguridad (I)

Un juez dictaminó ayer, 5 de septiembre del 2018, la prisión preventiva en contra de un pastor evangélico, señalado en la desaparición de Juliana Campoverde en el 2012.

Ahora, la Fiscalía tiene 90 días para investigar qué sucedió. Por ahora, el sospechoso será indagado por un supuesto secuestro extorsivo.

Según la fiscal Mayra Soria, los hallazgos de los últimos días constituyen el último eslabón de una investigación de seis años. “Se efectivizó la orden de detención en contra de Jonathan C. ya que se determinó que el chip del teléfono de Juliana fue utilizado por el acusado”.

Soria añadió que han realizado más de 150 versiones, peritajes, reconstrucción de los hechos y otras diligencias para determinar que el pastor evangélico Jonathan C. fue la última persona en tener contacto con Juliana, en el 2012.

El pasado 7 de julio, la Fiscalía recorrió la ruta que habría realizado Juliana. A las 07:10, la fiscal del caso junto a agentes investigadores, personal de los ministerios de Justicia e Interior, Defensoría del Pueblo, familiares de Juliana y del presunto sospechoso y sus abogados, iniciaron la diligencia en una gasolinera de la Biloxi, en el sur de Quito.

El primer punto de verificación fue la iglesia evangélica a la cual asistía Juliana Campoverde y su familia. En ese lugar se verificó su existencia y se avanzó unos metros hasta llegar a la vereda del frente del Colegio Técnico Particular Eugenio Espejo, lugar donde aquel sábado 7 de julio de 2012, Juliana y su madre Elizabeth Rodríguez saludaron a unos de los pastores.

Luego Juliana se despidió de su madre a las 09:00 y no se supo nada más de ella.

Juliana Campoverde desapareció el 7 de julio de 2012. La última persona con la que tuvo contacto fue Jonathan C., un pastor evangélico que dirigía una iglesia en el sector de la Biloxi, en el sur de Quito.