El paso por el puente sobre el río Machángara se reabre
Se acabaron los ‘vueltómetros’ para cruzar desde La Recoleta o Santo Domingo hacia el Centro Histórico de Quito. Los más felices son los guaguas de la escuela Abdón Calderón, porque ya no irán en fila india hasta la av. Carlos María de la Torre para subir al bus, de regreso a casa.
Luego de un mes de trabajos para reforzar las bases y los muros del puente sobre el río Machángara que presentó daños el 19 de diciembre pasado, hoy, 20 de enero del 2020, bien tempranito se reabrió el paso vehicular.
Darío Chávez, gerente general de la Empresa Pública Metropolitana de Transporte de Pasajeros de Quito, informó de la reapertura a través de su cuenta de Twitter, a las 06:25 de este lunes. "Nuestras unidades cruzan ya el puente del río Machángara. La restricción continúa para el tránsito de vehículos particulares, excepto para residentes", explicó.
Nuestras unidades cruzan ya el puente del Río Machángara. La restricción continúa para el tránsito de vehículos particulares, excepto para residentes pic.twitter.com/BdSvxltr6x
— Dario Chávez (@DarioEPMTP) January 20, 2020
Una vez habilitado el paso, el Trolebús retoma la normalidad en las paradas Villa Flora, Chimbacalle, La Colina y Recoleta y de su circuito C2 (Morán Valverde-Labrador). Otra ruta que se restablecerá es el E8 (Ejido-Guamaní) de la Ecovía.
Ayer, 19 de enero, un grupo de trabajadores afinaba los últimos detalles y colocaba luminarias para dejar guapo al puente. Otros realizaban trabajos técnicos en las tuberías de las líneas de transmisión. Según Diego Meneses, subgerente de Agua Potable, estas se detectaron en la última semana, mientras se hacía una limpieza del río.
El plan fue dejar todo listo hasta la medianoche para que se pueda abrir el puente y para que el flujo de agua potable para Loma Grande, parte del Centro Histórico, la ciudadela México, la Atahualpa y la Villa Flora volviera a la normalidad.
El pavimento sobre el puente lucía ayer, domingo 19, nuevecito. Aún había vallas azules para organizar los caminos por los que podía pasar la gente segura, mientras el personal usaba maquinaria para acabar las tareas.
