En la parroquia Santa Rita cambian duelo por danza
Resurrexit. Así se llama el programa pastoral católico para personas en duelo, que tiene la premisa de superar el dolor de la pérdida con la ayuda de actividades artísticas, en especial la danza.
El programa lo lidera Guido Bass, el párroco de Santa Rita de Casia, en el sur de Quito. La idea es “cambiar el luto por danza” a través de la relajación, meditación, diálogos y terapias.
Este servicio de acompañamiento nació hace más de un año, pero con el tema de la pandemia por el covid-19 se reactivó con fuerza, menciona el sacerdote. Porque en este tiempo hay mucho más dolor no solo por el fallecimiento de un ser querido, sino también por las carencias ocasionadas por las crisis social y económica.
Para superar esa pérdida, el usuario tendrá el acompañamiento de un equipo multidisciplinario de psicólogos clínicos, terapistas emocionales y espirituales, y obviamente el padrecito que tiene gran hinchada en su iglesia, ubicada en las calles Cusubamba Oe551 y Balsas (sur de Quito).
El padre Bass está convencido que debe, hoy más que nunca, buscar la manera de dar un alivio a su feligresía y decirles que el luto es una etapa de pesar en la vida porque ha perdido lo que ama (muerte del ser querido, separación de novia, pérdida del trabajo, quiebra de la empresa…), pero debe asumirlo y transformarlo en gozo.
Y para ello, él trabaja desde la fe cristiana, siempre con el apoyo de la Biblia, dice el padre. Luego van todas las técnicas psicológicas y terapéuticas, y sobre todo el diálogo grupal.
Quienes estén interesados en ser parte de este programa, pueden mandar un mensaje a la cuenta Facebook de la parroquia: parroquiasanta.ritadecasia.16. O escribir al WhatsApp 098 540 7277 para pactar una entrevista en la iglesia sureña. El acompañamiento puede demorar entre uno o tres meses.
Si la persona no puede ir a la parroquia, el equipo le contactará y puede agendar una cita en su domicilio. Allí se diagnosticará la situación por la que está pasando y se sabrá si necesita terapia psicológica o ahondar en la parte espiritual.
Todo ese camino se hace con apoyo diverso, porque casi de inmediato le enseñarán las técnicas de relajación, mantener la meditación y, desde el punto de vista religioso, la oración contemplativa. Y ese luto, agrega el padre, se transformará en danza.
