Operación Sonrisa arrancó nueva fase
Bien abrigados. Así llegaron este 14 de marzo del 2018 varios grupos de madres, padres e hijos hasta las instalaciones del Distrito de Policía Eugenio Espejo, antiguo Regimiento Quito Nro. 1 (Calisto Arteta y Mariana de Jesús). Desde las 07:00, se realizaron las evaluaciones médicas para las operaciones de labio leporino, de Operación Sonrisa.
De entrada, a partir de las 06:00, fueron bien atendidos. Enseguida les hicieron pasar a un patio, en donde se habían colocado carpas blancas y sillas del mismo color. Y a las 08:10, el médico Edward Álvarez revisó a los potenciales pacientes y según el caso les entregaban cintas de colores.
El rojo se entregaba a los guaguas que entrarían a la cirugía de paladar por primera vez; el amarillo, operación de labio por primera vez y el azul, para aquellos que necesitan mejorar el habla u otros problemas. Y un ayudante les amarraban las cintas en las muñecas de los pacientes.
“Di papá, di sus...”. Y la guambrita súper pilas lo repitió bien claro... “El paladar está bueno”, le dijo el médico a la madre de la niña. “Yo mejoraría el labio”, le indicó. “Dale un color azul”, le dijo a su ayudante.
Pancho Punina, director de Operación Sonrisa Ecuador, contó que con los 12 cubículos se permitirá que los pacientes vayan directamente al lugar asignado para su evaluación y, si es el caso, someterse a la cirugía respectiva.
Entre el jueves y sábado están programadas las operaciones en seis mesas quirúrgicas del Hospital de la Policía Nacional (avenidas Occidental y Mariana de Jesús). Los médicos serán ecuatorianos y extranjeros.
Contó que en 22 años de trabajo, Operación Sonrisa ha intervenido en 17 mil procedimientos. Y para este año se prevé hacer tres misiones: dos en Quito y una en Guayaquil.
Para hoy, la convocatoria tuvo una respuesta mucho más de la esperada, pero -como indicó Álvarez- “el corazón de Operación Sonrisa es enorme y todos serán atendidos con amor y respeto”. Esa es la consigna y encima regalarles muchas sonrisas a los asistentes.
Algo que un grupo de policías, con su teatro de títeres, lo consiguió sin mayor esfuerzo. Hasta las madres y padres se pusieron muy contentos durante la espera. Los mimos también ayudaron.
