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25 de octubre de 2017 11:57

Un niño de ocho años se contagió de VIH por violación en escuela de Guayaquil

Foto: Referencial

Foto: Referencial

Redacción Seguridad

Apenas tenía 8 años y con engaños fue llevado al baño de la escuela donde estudiaba, en el norte de Guayaquil. Allí, el conductor de un expreso escolar habría abusado de él en al menos cinco ocasiones.

No lo contó a sus padres hasta un año después. La continua fiebre y un cuadro crónico de neumonía revelaron un diagnóstico más severo: una prueba confirmó que era positivo al Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y otro examen detectó lesiones físicas por abuso sexual.

Entonces empezó un tratamiento riguroso con antirretrovirales en el área de Infectología de un hospital público, tuvo que ser cambiado de escuela para esquivar los comentarios discriminatorios y sus padres comparten el tiempo entre el trabajo y un dilatado proceso legal en busca de justicia.

El caso fue denunciado el 16 de julio del 2014 en la Fiscalía del Guayas. El pasado 25 de agosto, casi tres años después, se realizó la audiencia de llamamiento a juicio.

El agresor no fue detenido. Según la notificación judicial se le dictaron medidas cautelares, como no acercase al niño ni ciertos lugares que él frecuenta, y la prohibición de salida del país.

“Este señor continuó trabajando en la institución pública. Según los documentos que hemos revisado, el agresor tiene VIH desde el 2008. Esto quiere decir que tal vez no sea el único caso y a lo mejor hay más niños que por temor no han denunciado”, explica Abdalá Bucaram Pulley, quien desde ayer asumió la defensa del caso junto con Pedro Granja y la Federación de Abogados del Ecuador.

Bucaram recuerda que la semana anterior el padre del menor se le acercó en busca de ayuda, debido a la lentitud del proceso y a su inconformidad con el dictamen judicial.

“El abusador tenía acceso total al plantel y se aprovechaba de la confianza de los niños. El pequeño le contó a su padre que era amenazado, le había dicho que si alguien se enteraba atentaría contra su vida y la de su familia. Por eso el niño siempre estuvo callado”, indica Bucaram.

El pequeño tiene ahora 11 años de edad y su tratamiento es permanente. El VIH le ha causado otras complicaciones como anemia y tuberculosis, según indican las valoraciones médicas presentadas en la última audiencia.