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12 de octubre de 2017 09:26

Monjas que viven la vecindad

En el descanso de la casa de las Calasancias, en el sur.

En el descanso de la casa de las Calasancias, en el sur. Foto: ÚN

Betty Beltrán

El hábito no hace al monje. Las religiosas Calasancia Hijas de la Divina Pastora no llevan la indumentaria de las monjitas y pasarían como cualquier cristiano. Pero son religiosas que viven la vecindad a carta cabal, siempre caminando por la periferia de la Ciudadela del Ejército, donde tienen su casa, su capilla, su vida.

Su especialidad: dar la mano al más necesitado de los barrios Tréboles del Sur, Argelia, Tepeyac, El Conde, La Ecuatoriana… Y no se cansan de golpear las puertas de los dolientes.

En el Ecuador hay ocho hermanas y tres jóvenes postulantes (en formación). Todas, más los fieles que las siguen, están de fiesta porque el domingo 15 de octubre el papa Francisco canonizará al sacerdote español Faustino Míguez de la Encarnación.

En 1885, él fundó el Instituto Calasancio Hijas de la Divina Pastora, dedicado a la evangelización a través de la educación y de la promoción de la mujer. Hoy presente en cinco continentes.

Ese hecho les tiene emocionadísimas, porque el ya mismo santo “vivió con radicalidad el evangelio y es un fiel seguidor de Jesús y con una inclinación a la educación de la mujer”, dice Carmen Pineda, superiora de la comunidad.

Faustino Míguez será inscrito en el Libro de los Santos de la Iglesia como el número 884 de los proclamados durante el Pontificado del papa Francisco.
Pineda recuerda que durante el camino de la canonización hay que cumplir varios requisitos. El principal: acreditar un milagro, el cual se registró en el 2003, en Chile. Una madre de familia del Colegio La Florida se quedó en estado de coma tras nacer su bebé y cuando la iban a desconectar se obró el milagro de Faustino.

Tras la ceremonia en la plaza de San Pedro, las hermanas calasancias traerán el cuadro de su santo para que presida los festejos que se realizarán el sábado 28 de octubre, en la iglesia Sembrador de la Palabra de la Ciudadela del Ejército (calle José Gallardo).

Habrá de todo, incluida vaca loca, juegos pirotécnicos, hornado; hasta un baile y por ahí una buena chicha. Obviamente la eucaristía a cargo del cardenal Raúl Vela Chiriboga, y la procesión con banda de pueblo y todo.

Pero no hay fiesta grande sin su novena de rigor; por eso, desde el 19 de octubre -a partir de las 18:30- cada grupo parroquial hará su número, después compartirán chocolate con pan.

El noveno día, viernes 27 de octubre desde las 15:30, se tiene programada una conferencia sobre la pedagogía de la filosofía del ya mismo santo Faustino, en la Universidad Andina. Aquella del amor, estímulo y motivación.

Con esa trilogía, la familia Calasancia se abrió campo en el Ecuador; la primera fundación apareció en 1989, en Cañar. Allí ayudaron a las comunidades campesinas y a un colegio de la zona. Su carisma de la educación en las zonas más deprimidas también llegó al sur de Quito.

Otra fortaleza: su espíritu misionero. Así que los meses de julio y agosto todas las monjitas calasancias van por las comunidades, siempre buscando almas para encaminarlas a Dios.