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1 de octubre de 2018 09:48

Misa y homenajes por el 30-S

Los procesados y sus familiares lucieron listones y camisetas negras. Foto: Eduardo Terán / ÚN

Los procesados y sus familiares lucieron listones y camisetas negras. Foto: Eduardo Terán / ÚN

Ana María Carvajal
(I)

La misa por el octavo aniversario de la revuelta policial terminó con un fuerte grito: “30-S nunca más”. A la iglesia de San Francisco acudieron policías dados de baja y procesados por los hechos violentos en sitios como el Hospital de la Policía, en donde estuvo el expresidente Rafael Correa.

La mayoría alega inocencia. Pero en la Asociación Víctimas del 30-S tienen claro que fue una jornada violenta. Su presidente, Óscar Ayerve, dice que incluso si alguien hubiera cometido infracciones o delitos menores, las cuentas estarían saldadas tras lo vivido en estos ocho años.

Por eso, el pedido común en la eucaristía fue libertad y amnistía. Lo decían a través de mensajes escritos en sus camisetas negras o en los lazos con la bandera del Ecuador que tenían en su pecho. También en carteles que llevaban en sus manos.

La capitán Paola Mafla fue acusada de participar en la organización de la revuelta y pasó tres meses en prisión, pero luego se dictaminó su inocencia. Perdió su empleo pues se concluyó que había abandonado su lugar de trabajo, aunque ella lo niega. Sus hijos Israel, de 13 años, e Isaac, de 10 estuvieron acompañándola en la misa de ayer.

Mafla sueña con volver a lucir su uniforme y recuperar su carrera, aunque sabe que el tiempo perdido fuera de ahí nadie se lo devolverá.

La teniente coronel Patricia Santillán también extraña su uniforme. Por eso lleva una chaqueta con detalles del camuflaje policial y carga en sus brazos a su nieto, con una prenda igual.

La entonces jefe de la central de radiopatrullas también dice ser inocente, aunque existe una sentencia de tres años en su contra. Ella fue vinculada por pedido del entonces ministro de Justicia, José Serrano, porque supuestamente permitió el mal uso del sistema de comunicación ese jueves.

Santillán presentará el recurso de revisión ante la Corte Nacional de Justicia. Ella espera ser declarada inocente junto a otras siete personas de la central.

Para ella, el primer gran impacto fue la baja administrativa que le dieron en enero del 2011. Ha sido difícil conseguir un nuevo trabajo y ha dedicado su tiempo a defenderse.

El grupo pide que la Asamblea otorgue una amnistía general a los procesados y que otras entidades como el Consejo de la Judicatura, la Contraloría y el Consejo de Participación Ciudadana investiguen supuestas irregularidades, trabas e injusticias durante los procesos en su contra.

También hubo un acto en memoria del civil Juan Pablo Bolaños, los militares Jacinto Cortez y Darwin Panchi y los policías Froilán Jiménez y Efrén Calderón, fallecidos ese día.

Flor Granda colocó una ofrenda floral en el sitio donde Froilán, su hijo, recibió un tiro que le quitó la vida cuando resguardaba el auto en el que sacaban a Correa, por la av. Mariana de Jesús.

El acto fue empañado cuando una mujer puso una bandera con fotos de Correa y del ‘exvice’ Jorge Glas, sobre la placa en memoria de Jiménez. Molesto, el coronel César Carrión, ex director del hospital, retiró la bandera. La mujer gritaba que era de un colectivo: “No venimos a pedirles nada. Mátenme si quieren”.