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17 de abril de 2019 11:14

‘Mejías’ dan el último adiós a Edison Cosíos

Chicos de la banda del Mejía acompañaron a familiares de Édison Cosios; falleció luego de 91 meses en estado vegetativo. Foto: Armando Prado / ÚN

Chicos de la banda del Mejía acompañaron a familiares de Edison Cosios; falleció luego de 91 meses en estado vegetativo. Foto: Armando Prado / ÚN

Valeria Heredia
(I)

Durante siete años y siete meses en estado vegetativo, Edison Cosíos, impactado por una bomba lacrimógena en manifestaciones, no estuvo solo. Su familia de sangre y aquella conformada en el Colegio Nacional Mejía lo acompañaron y apoyaron hasta el último día de su vida.

El joven de 24 años falleció ayer, 16 de abril del 2019, en la habitación de su casa, que se adecuó para cuidarlo. Su cerebro perdió el 65% de capacidad producto del impacto del artefacto, utilizado por la Policía en las protestas de septiembre del 2011.

Desde ese día, sus compañeros de curso le acompañaron en su camino. Le visitaban en su casa para charlar sobre sus anécdotas, entonar canciones o el himno al colegio; incluso, iban en su cumpleaños o Navidad. “Somos una familia y él reaccionaba a las muestras de cariño”.

Lo dijo Iván Ruiz González. Él es vicepresidente de la Sociedad de Egresados del plantel y fue parte del Consejo Estudiantil.

Así conoció a Edison, quien se perfilaba como un dirigente escolar. “Era un líder innato, que cuidaba a sus amigos”.

Dos semanas antes de las protestas -recuerda- recibió un mensaje. Era Edison, quien buscaba un consejo para empezar su campaña presidencial. Iván le ayudó y acordaron una cita, que no se concretó por los hechos ocurridos. “Quería ser presidente”.

Edison, al igual que los ‘Mejías’, quería generar un cambio y aportar a que la sociedad sea más equitativa. Esa es la semilla, que se implanta en el corazón de los estudiantes de este tradicional colegio capitalino.

Amigos de Édison Cosíos cubrieron el féretro con la bandera del Colegio Mejía. Foto: Armando Prado / ÚN

Amigos de Edison Cosíos cubrieron el féretro con la bandera del Colegio Mejía. Foto: Armando Prado / ÚN

Cuando un chico ingresa al Colegio Mejía se siembra una semilla de libertad y de lucha. Esta crece y se convierte en un bosque inseparable y fuerte. Si uno cae, los otros apoyan, indica Daniel Sánchez, presidente de la Sociedad de Egresados.

Esta vez Edison Cosíos sucumbió, pero se irá con los colores característicos del colegio que amó: amarillo y azul. Estos estuvieron presentes en el velatorio del joven, que se llevó a cabo ayer en el parquesanto Jardines Santa Rosa, en el sur de la urbe.

El féretro llegó cerca del mediodía. Su primo Julio Estévez, de 23, lo cobijó con la bandera de la institución. Así permanecerá hasta el sepelio, que será este miércoles 17 de abril.

Con trajes marciales verde oliva, conformados por casco, charreteras, banderolas, bala y cordón, sus compañeros de la banda estudiantil formaron una calle de honor. Inmóviles, permanecieron cerca del joven, que se convirtió en un referente de lucha y liderazgo. Lo señala Daniel Sánchez, presidente de la Sociedad de Egresados del Mejía.

Daniel manifiesta que Edison es sinónimo de libertad e independencia. Esos son los preceptos inculcados desde que se ingresa al Mejía. “En nuestro corazón hay una semilla de libertad, herencia de Eloy Alfaro y José Mejía Lequerica. Es nuestra casa”.

Daniel, además, validó la lucha de Edison, quien peló en contra del Bachillerato General Unificado (BGU). “Nos dieron la razón, ya que, la estructura educativa no es la adecuada pero costó vidas y se violaron derechos”.

En el Mejía, las banderas de color amarillo y azul cayeron. Lucieron a media asta como un símbolo para despedir a su compañero Edison. Él no terminó el bachillerato, por lo que la Sociedad de Egresados empezó con el trámite para que le declaren egresado del colegio que tanto amó.

Cronología

La herida 
le fue causada a Edison el 15 de septiembre del 2011. El 24 de febrero del 2012 se dio la reconstrucción de los hechos.

25 de abril del 2012: la Fiscalía acusa al Tnte. Hernán Salazar de atentar contra la vida del joven. En octubre fue hallado culpable.

Tras cumplir 2 años y 6 meses de cárcel, Salazar salió en libertad a mediados de 2016. Edison siguió en estado vegetativo.

El 16 de abril del 2019, a las 04:10, Edison Cosíos murió en su casa, tras complicaciones de su delicado estado de