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29 de junio de 2017 10:10

Mascotas peludas ya viajan en el trole

Cada vez es más frecuente el viaje de mascotas en el trole. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Cada vez es más frecuente el viaje de mascotas en el trole. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Betty Beltrán


Educaditos van y roban miradas de los usuarios del transporte municipal de Quito. Los perritos, junto a sus dueños, están viajando con más frecuencia en el trole. El lunes, en solo 15 minutos, se observó a dos mascotas de pasajeras.

Los usuarios los miraban con asombro. Isabel Fuentes incluso mimaba a un guagua perro que iba bien envuelto en una cobija y su dueño, cada rato, le daba besos. “Es de raza pequeña y de ese porte ya no crece”, le contaba a Isabel el dueño.

En cambio, Beatriz Fiallos le comentaba a su compañero de asiento que “a veces no hay espacio ni para los humanos, menos va a haber para los perros”. Y el hombre de al lado solo movía la cabeza en señal de apoyo al comentario.

Pero para que no haya inconvenientes con la movilización de estos animalitos en los troles, la Empresa Pública Metropolitana de Transporte de Pasajeros de Quito clarito ha dicho que los animales de compañía son bienvenidos en el Sistema Integrado de Transporte siempre que cumplan algunas condiciones.

Por ejemplo, deben portar correa de seguridad o trasladarse en un contenedor homologado apto para el transporte de mascotas. Incluso que el uso de bozal en la mascota se requiere por motivos de seguridad y para evitar incidentes con otros usuarios.

Es más, se recomienda a los propietarios llevar los certificados de vacunación respectivos. Y es obligatorio que el propietario cuide el aseo de las paradas y las unidades de transporte.

Además, se recomienda no forzar el ingreso de mascotas en unidades que se encuentren llenas.

El ingreso de mascotas y animales de apoyo al sistema de transporte se sustenta en la Ordenanza 0048, vigente desde el 15 de abril del 2011. En el artículo 32 señala las condiciones y medidas de seguridad que los propietarios de animales deben cumplir para acceder al servicio, tanto en el transporte público como privado, y no generar molestias a otros usuarios.