La Loma Grande celebró al sol
El cielo quiteño estuvo nublado, aun así el Inti Raymi se celebró en pleno obelisco del barrio Loma Grande, en el Centro de Quito. Ayer, 21 de junio del 2021, unos minutos antes del mediodía, el yachac Taita Alonso apuró las manos para dejar a punto el altar con flores y frutos.
Y a la hora indicada, a las 12:00, unos 30 participantes hicieron un círculo y comenzó la celebración del tiempo de cosecha, la Fiesta del Sol. Allí estuvieron los integrantes del Colectivo Mi Loma Grande, Diablada Mejía, Quito Milenario y funcionarios del Municipio de Quito.
Cada 21 de junio está marcado en el calendario como el día grande del mundo andino, pues coincide con el solsticio de verano, cuando el sol se encuentra más cercano a la tierra, provocando el día más corto y la noche más larga del año.
Rosendo Yugsha, del Centro Cultural Pachacallary, dice que ocho días antes y ocho después se pueden hacer estos rituales: baños en las vertientes, fermentación de la chicha, zapateo para la toma de la plaza.
Las comunidades indígenas no resisten un año más sin hacer la toma simbólica de la plaza, agregó, de allí que en Tabacundo (Pedro Moncayo) se hará ese ritual este miércoles. En ese sector destaca el zapateo con coplas, esa danza simboliza el contacto con la tierra.
Pero el mayor número de rituales se prevé hacer en la provincia de Imbabura, por eso la preocupación de los comités de Operaciones de Emergencia de Otavalo, Cotacachi e Ibarra.
En estos cantones se conserva la tradición de celebrar en comunidad para agradecer al sol y a la tierra por las cosechas.
En pleno Quito, antes de la pandemia, había recorridos en la Ferroviaria Alta y Oriente Quiteño, dos sectores del sur, porque en esos sectores esta celebración solar se considera una reivindicación cultural de los pueblos andinos. Este año, así como en el 2020, solo se replicaron conferencias.
Y en la Loma Grande un cara a cara con el Inti Raymi. Por eso, sonó un cuerno para indicar el arranque de la ceremonia y los participantes, con las manos en posición de oración, giraban a cada uno de los cuatro puntos cardinales. Mientras el yachac musitaba algunos cantos.
Tras ese instante de intimidad con la tierra, llegó la zapateada al son de los sanjuanes, que se escuchaban desde un parlante que los comedidos del Colectivo Mi Loma Grande colocaron a un costado del Obelisco.
Media hora después vinieron las palabras de los participantes. Marco Rubio, por ejemplo, dijo que “la Mama Cuchara (donde se levanta el Obelisco) sirvió de gnomon para visibilizar esa sombra o inclinación del sol”.
Estuvo emocionado por ser la primera vez que se hace en la Loma Grande un Inti Raymi; pues lo que suele hacerse en ese punto es el Paukar Raymi, por marzo, y es un pretexto del mes cultural.
Al final, casi a las 13:00, la acompañante del yachac entregó puñados de maíz bendecido a los participantes del Inti Raymi. Con ese gesto, se invitaba a que lo siembren en su huerta o en la esquina del barrio para que florezca la planta milenaria del mundo andino.
