Si es que llueve, no pueden ni dormir
Las lluvias son toda una pesadilla para los vecinos de los barrios Valle del Sur y Virgen del Quinche, ubicados junto a la quebrada de Caupicho. Lo mismo pasa en el sector El Paraíso de Guajaló, ubicado junto a la quebrada El Capulí.
En los dos primeros, los deslizamientos de tierra y daños en los taludes se producen de forma recurrente, y cuando cae el aguacero la cosa se pone peor. Y para muestra un botón, y ya hubo daños el pasado miércoles.
“Somos los más afectados de los alrededores de la quebrada Caupicho y vivimos en zozobra porque nos declararon en emergencia. Esperamos que se realicen obras de mitigación, pero no hemos sido tomados en cuenta”, expresó Sandra Pinta, de Valle del Sur.
La vecina contó también que, tras un recorrido por la zona, también hay afectaciones en los bordes de la quebrada Chusalongo.
Recordó que algunos vecinos trataron de hacer arreglos en los taludes de sus propiedades, pero las autoridades municipales les impidieron hacerlo.
La lavandería de la vivienda de Carlos Navarro se fue al fondo de la quebrada Caupicho, el 9 de diciembre del 2021.
“Mi señora estaba allí, lavando la ropa, y por un momento entró en la casa. En ese instante ocurrió el deslizamiento. Se salvó de una desgracia”, contó Carlos.
De igual forma, hace más de un año, una parte de la calle E3F, que conecta a los vecindarios Valle del Sur y Virgen de El Quinche, se hundió en la quebrada.
Sandra dijo que el Municipio de Quito les ofreció intervenir con arreglos en esa vía, pero no lo hizo. También una alcantarilla de concreto se destruyó por los aguaceros que se produjeron allí.
Sobre el deslizamiento del talud de la quebrada Caupicho, la Secretaría de Seguridad del Municipio indicó que cinco viviendas de la zona resultaron afectadas.
Más al sur se encuentran los barrios El Paraíso, San Cristóbal y La Esperanza, a la altura de Guajaló.
Los moradores de esos sectores se quejaron que cuando se presentan las lluvias tienen problemas con la crecida del río Capulí y las aguas servidas.
Para Miguel Vallejo, presidente de Guajaló, el colector que se construyó allí hace más de cinco años es insuficiente para desfogar las aguas durante las lluvias. Pidió a la Secretaría de Seguridad del Municipio que intervenga en la zona.
Uno de los muros del vecindario fue derribado por la fuerza del agua durante las lluvias del domingo 5 de diciembre.
Ayer, 9 de diciembre, los moradores todavía comentaban lo que sucedió. “Varias veces hemos tenido el mismo problema con las fuertes precipitaciones”, manifestó Martha Paredes.
