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31 de agosto de 2020 11:15

Lía, primera bautizada luego de seis meses

Lía fue bautizada antes de que sea operada de  corazón en estos días. Foto: Betty Beltrán/ ÚN

Lía fue bautizada antes de que sea operada de corazón en estos días. Foto: Betty Beltrán/ ÚN

Betty Beltrán (I)

Parecía un angelito. Toda vestida de blanco apareció Lía Jaramillo Páez, en los brazos de su madre Daniela. La pequeña tiene seis meses y fue la primera en ser bautizada en la iglesia Virgen del Quinche, de la parroquia Cochapamba (norte de la capital).

Hace casi medio año que no se celebraba ese sacramento en los templos de la Arquidiócesis de Quito. Pero el sábado, el sacerdote Marco Jaramillo ofició el rito con iglesia vacía, pues solo acudieron los padres, la madrina y dos invitados.

Desde el 22 de agosto hay luz verde para activar este servicio, celebrar matrimonios y misas de exequias, siempre y cuando se mantenga el aforo reducido y respetando las medidas de bioseguridad aprobadas por el COE nacional.

A las 11:00, Daniela amarcó a su pequeña y, junto con su esposo Carlos, se sentó en la primera banca del templo. En el otro extremo estuvo la madrina Johanna Cando, y más atrás los invitados. La iglesia, con capacidad para 120 personas, estaba vacía.

El sacerdote, revestido con el alba y casulla, pidió ponerse de pie y “en el nombre del padre, del hijo…”. Mencionó que el bautismo es un rito vital, es como si le otorgarán cédula en la que se avala que es cristiano.

Unos días antes de que se declare el estado de excepción, el religioso ofició los últimos bautismos en su templo ubicado en las calles Agua Clara y La Romería.

Siguiendo con la ceremonia, luego preguntó a los padres: “qué piden”. Daniela y Carlos respondieron: “el bautismo” para su hija Lía. Solo allí, el curita leyó un texto breve sobre qué es el bautismo, bendijo el agua e invitó a los padres y madrina a acercarse a la mesa donde se acondicionó la “pila” bautismal.

Antes de echar agua bendita en la cabecita de Lía, el religioso le puso el aceite de los catecúmenos en el pecho de la pequeña, con la oración de exorcismo para que el poder de Cristo Salvador la fortalezca. Y al final la unción con el Crisma en la corona para que reciba al Espíritu Santo.

El padre de Lía contó que como su familia creció bajo la fe católica decidió bautizar a Lía lo más rápido posible y ungirla en la fe, además porque dentro de unas semanas le someterán a una operación de corazón. Tiene fe que todo saldrá bien.

Catolicismo Desde el 22 de agosto hay luz verde para activar este servicio. También se pueden celebrar matrimonios y misas de exequias, siempre que se cumplan las medidas de bioseguridad.