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3 de julio de 2017 15:45

Una joven confundió una instrucción y murió practicando bungee

Foto: Tomada de Facebook

Foto: Tomada de Facebook

Redacción Ultimasnoticias.ec

El incidente ocurrió en agosto del 2015, cuando Vera Mol viajó en verano a la costa norte de España. En el sitio, la joven de origen holandés decidió participar de un salto de bungee como parte de su agenda de actividades.

A sus 17 años era la primera vez que Vera Mol intentaría este brinco desde 40 metros de altura,  en las afueras del municipio Cabezón de la Sal, en Cantabria.

Una vez que le colocaron el arnés, la ansiedad comenzó a inquietar a la joven quien esperaba, en el borde, la orden del instructor. De repente ella saltó, sin la seguridad adecuada, ocasionando su muerte al impactarse contra el suelo.

Alrededor de dos años han pasado de este fatídico acontecimiento para que una corte de apelaciones confirmara, el pasado 7 de junio, el fallo que inculpa al instructor de la agencia Aqua21 Aventura por el cargo de homicidio accidental, según detalla el sitio en español del diario The New York Times

En su defensa, la agencia argumento que la culpa era de Mol por saltar antes de tiempo alegando que ella habría confundido la orden. “No jump, it’s importat, no jump” (no saltar, es importante, no saltar), habría dispuesto el instructor. Pero la joven al parecer, entendió “now jump” (ahora salta), cuando lo hizo el arnés que llevaba puesto aún no había sido asegurado.

, el fallo de la corte culpa al instructor y su precario inglés, al expresarse con la joven con un lenguaje poco claro en “algo tan inseguro como saltar al vacío desde un punto elevado”: debió ordenar “don’t jump” (no saltes), en vez de “no jump”.

En el fallo también se agrega que el propio encargado de preparar el salto de Mol confesó que maneja solo un nivel básico de inglés.

Segun The New Yor Times, el primer salto en bungee moderno se realizó el 1 de abril de 1979, cuando un grupo de estudiantes de la Universidad de Oxford, quienes eran miembros del Club de Deportes Peligrosos, saltaron desde un puente suspendido en Clifton, Bristol, en el suroeste de Inglaterra.