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15 de mayo de 2019 08:53

Jorge Yunda ya se pone el overol

Mauricio Rodas entregó el bastón de mando  a Jorge Yunda. Foto: Patricio Terán / ÚN

Mauricio Rodas entregó el bastón de mando a Jorge Yunda. Foto: Patricio Terán / ÚN

Ana Guerrero
(I)

Con música, pintura y juegos tradicionales Jorge Homero Yunda caminó hacia su posesión.

Primerito, en la plaza San Blas, estaban firmes bomberos, agentes de control y los guapos perros metropolitanos. Se pusieron a las órdenes del nuevo jefe.

Desde ese punto, el duro salió con su comitiva. A su paso por la Guayaquil rumbo al Teatro Sucre para la ceremonia oficial, le esperaban estudiantes de los planteles municipales.

Rita de la Cueva, rectora de la U. E. del Milenio Bicentenario, antes de la llegada de Yunda se esmeraba en los preparativos. Se instalaron seis caballetes con pizarras para que un grupo de estudiantes pintara. Guapos paisajes de la Carita de Dios crearon.

A unos metros nomás, en cambio, estaban los guambras de la Julio Moreno. Y había una calle de honor de los jóvenes de la Sucre.

Cuando Yunda llegó se armó el tumulto. “Alcalde del pueblo” le gritaban mientras avanzaba. Hasta piropos le lanzaron. Un ponchero hizo que el Alcalde probara su receta.

Con un ponchero se topó el nuevo Alcalde camino al Teatro.

Con un ponchero se topó el nuevo Alcalde camino al Teatro.

Al paso del Burgomaestre salió el capo de los trompos, directo desde San Roque, Jorge Ribadeneira. Hizo bailar uno de sus juguetes y, directito, fue a parar a la mano del Alcalde. Hizo más piruetas. Con qué gusto Yunda veía el baile.

Don Jorge Ribadeneira le hizo bailar un trompo. Foto: Ana Guerrero / ÚN

Don Jorge Ribadeneira le hizo bailar un trompo. Foto: Ana Guerrero / ÚN

Más de un fan salió a la Guayaquil para desearle suerte. “Que Dios te bendiga”, le gritaban, “Lorito, no nos defraudes”, entre otras frases. Y entre las bendiciones estuvieron las de dos mercedarias: Marlene Posso y Rosario Tejada.

Todo marchaba bien hasta que se armó el bochinche a la altura de la Esmeraldas, donde un grupo de estudiantes de Medicina de la Central protestaba por la reducción del estipendio que reciben como internos.

Pedían hablar con el Alcalde y, en eso, empezaron los forcejeos. Yunda daba la orden de que dejaran pasar a representantes. Pero ya se había armado el relajo. Los estudiantes pedían el respaldo del Alcalde, apelando a que es médico.

Una estudiante salió maltrecha y el Alcalde la abrazó. En medio del tumulto, Yunda repetía que avanzaría sin Policía. Hasta debió usar una mascarilla pues se empezó a percibir un fuerte olor como a gas pimienta.

Entre consignas de los centralinos, el Burgomestre logró llegar al Teatro. Entró a la sala en medio de la música de la Banda Municipal y acompañado por Zeus, un can que rescató. Con este, luego de harta foto, subió al escenario, donde estaba el alcalde saliente Mauricio Rodas; Diana Atamaint, presidenta del CNE; y Monseñor Alfredo Espinoza, arzobispo de Quito.

Yunda se hizo acompañar de su perrito Zeus. Foto: Patricio Terán / ÚN

Yunda se hizo acompañar de su perrito Zeus. Foto: Patricio Terán / ÚN

Atamaint fue la encargada de investir al nuevo Burgomaestre. Rodas, por su parte, le entregó el bastón de mando, seguido de un buen estrechón de manos.

Yunda, el alcalde 23 de la capital, empezó su discurso invocando al pueblo noble y leal de Quito. ¿Quién es Jorge Yunda?, preguntó. “Tengo el gusto de ser quiteño por adopción. Nací en Chimborazo y migré a esta gran ciudad acompañando a mis padres. Mis abuelos no tuvieron la posibilidad de entrar a las aulas. Mis padres ya alcanzaron la meta de leer y escribir”.

Luego de un recuento de su vida en Quito, el Alcalde se lanzó a explicar los ejes de trabajo. Pero antes, se solidarizó con los estudiantes de Medicina. “Quieren perjudicar sus derechos laborales, sus estipendios, con el pretexto de siempre: que no hay plata. Siempre quieren justificar con el más débil el dinero que se despilfarra en otras cosas”.

Luego dijo: “hoy se termina la popularidad y tenemos que convencer con obras y el trabajo de todos quienes queremos sacar adelante a esta ciudad”.

Seguridad, ambiente, legalización de barrios, empleo, lucha contra la violencia de género, turismo, recuperación del Machángará, transporte eléctrico, cultura, nada se le pasó por alto.

De pasito, dejó claro que con el Ejecutivo va a tener las mejores relaciones, pero que estará firme “para defender los derechos de los ciudadanos”, dijo.

Sueña con una ciudad incluyente, en la que no existan más barrios ilegales. Ofreció sesiones en territorio. Sobre el Concejo, en el que no tiene mayoría, estuvo tranqui; dijo que mejor, “así habrá cómo debatir”.

Sobre su equipo de trabajo dijo que los invitó por ser profesionales, no por amistades. Les recordó que el compromiso es con Quito. Y porsiaca, “vamos a seguir jugando ecuavóley”.

Y ahora sí, dijo, “a trabajar”. Y se puso un casco y un chaleco en pleno escenario.