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24 de agosto de 2020 13:28

En unas iglesias hay que inscribirse para ir a misa

En la iglesia de Nuestra Señora de Fátima ya hubo misa dominical. Se controla el ingreso. Foto: Patricio Terán / ÚN

En la iglesia de Nuestra Señora de Fátima ya hubo misa dominical. Se controla el ingreso. Foto: Patricio Terán / ÚN

Redacción Últimas Noticias. (I)

Las iglesias de La Dolorosa (Colegio San Gabriel) y la de Fátima son dos ejemplos de templos católicos que decidieron pedir a la gente que quiere ir a misa, a la dominical especialmente, que se inscriba.

Es una medida para controlar el aforo que debe ser reducido, según lo exigen las normas de bioseguridad que aprobó el COE nacional y que controla la Arquidiócesis de Quito.

En el primer día en que se volvió a oír misa de domingo con fieles presentes desde que se inició la emergencia sanitaria, se vieron esos y más controles.

En el ingreso a La Dolorosa había una bandeja de desinfección de calzado y el personal de apoyo tomaba la temperatura y colocaba gel desinfectante a las personas. Unas 50 personas, entre parejas, familias con niños, adolescentes e incluso adultos mayores fueron a la misa de 09:30.

Según Jorge Tinajero, del personal de apoyo, La Dolorosa tiene un aforo de 500 personas, pero para las misas dominicales se recibirá un máximo de 200 personas que previamente deben inscribirse para asistir.

En la iglesia de Nuestra Señora de Fátima, en El Batán, también se aplicaron protocolos para el ingreso de personas, quienes debían inscribirse con anterioridad. En la puerta, el personal verificaba el nombre en el registro, suministraba gel desinfectante y controlaba la temperatura.

La iglesia recibía a unas 150 personas los domingos, ahora recibirán máximo a 80. A eso de las 10:00 de ayer, 26 personas participaban de la eucaristía.
Cerca de 100 -de las 200 parroquias eclesiales que hay en Quito- empezaron las celebraciones presenciales de acuerdo con información de la Arquidiócesis capitalina, que autorizó las misas con público desde el 17 de agosto.

Las eucaristías diarias, dominicales, de bautizos, matrimonios y exequias se deben efectuar respetando el aforo reducido y las medidas de bioseguridad.

Los párrocos deben solicitar la autorización de la Arquidiócesis, que debe verificar que cada templo cumpla las condiciones exigidas para evitar contagios.