La iglesia de Pelileo fue profanada
Un grupo de desconocidos destruyó los ornamentos y los libros litúrgicos de la iglesia de la parroquia García Moreno, ubicada en el cantón Pelileo ( provincia de Tungurahua). No contentos con eso, usaron el vino de consagrar para hacer un dizque rito alrededor de la imagen del Sagrado Corazón de Jesús.
Para rematar su vandalismo, los susodichos se llevaron la custodia, la imagen del Niño Jesús y hasta dinero en efectivo que se guardaba en la casa parroquial.
Este hecho ocurrió el pasado jueves 21 de febrero del 2019 y causó el repudio generalizado de los moradores del sector. Laura Llerena, vecino de la zona, aseguró que no vieron nada sospechoso en el lugar; sin embargo, ni bien aclaro el día encontraron destrozada una parte de la iglesia parroquial.
Eso preocupa a Mentor Acuña, párroco de la zona. El curita explicó que para ingresar al templo rompieron una ventana y parte del inodoro de un baño. Luego rebuscaron todo y dejaron esparcidos documentos en el interior de la iglesia.
“Creemos que se trata de un grupo satánico que aún no ha sido identificado, puesto que profanaron la iglesia y realizaron un ritual en el interior del templo”, apostilló el religioso.
Agregó que lo mismo ocurre en otras iglesias de la provincia. Por ejemplo, citó que en el Basílica del Señor del Terremoto se destruyó la réplica de la imagen. También algunos bienes en las parroquias de Sucre, en Patate; igual en Totoras, en Ambato, en Benítez, en Pelileo, donde rompieron varias imágenes con similares características a lo ocurrido en García Moreno.
Pese a las investigaciones aún se desconoce el paradero de los sospechosos. Por eso, el párroco pidió a la Policía que estos casos no se dejen en el aire, porque se puede hacer costumbre y estar en peligro los templos de la provincia.
El padre Acuña ya presentó la denuncia en la Fiscalía de Pelileo y espera los resultados. Para analizar el tema este lunes 25 de febrero, en horas de la tarde, se reunirán los párrocos con el obispo de Ambato, Geovanny Pazmiño, para analizar la situación.
La idea es determinar qué medidas de seguridad se pueden implantar para evitar estos hechos que enojan a la ciudadanía.
Medidas. Una de las salidas es poner cámaras de vigilancia, pero la crítica situación económica de las parroquias lo hace inviable.
