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14 de mayo de 2018 13:12

El Baca Ortiz ahora abre a las 05:00

Largas filas de padres de familia se observaron hasta el miércoles 9 de mayo, al menos, afuera del Hospital. Foto: Diego Bravo / ÚN

Largas filas de padres de familia se observaron hasta el miércoles 9 de mayo, al menos, afuera del Hospital. Foto: Diego Bravo / ÚN

Redacción Últimas Noticias
(I)

Aquellas largas filas de pacientes en busca de atención en el Hospital Pediátrico Baca Ortiz quedarán para el recuerdo, al menos esa es la idea con la apertura de dos salas de espera para la atención de turnos y de laboratorio.

Esos sitios se abrieron desde el pasado jueves 10 de mayo, a partir de las 05:00. Así lo señaló Ivar González, gerente de esa casa de salud.

La medida forma parte de un plan para brindar una mejor atención a los pacientes que recibieron un turno o necesitan exámenes.

Mensualmente, en el Baca Ortiz se realizan unas 22 000 atenciones. El 14% corresponde a personas que acuden con sus hijos al hospital sin haber agendado una cita.

Muchas veces, quienes van directamente desconocen la forma de agendar un turno y madrugan al hospital para ser atendidos, apunta González.

Agrega: “entendemos el dolor de los padres, pero los cuadros por los que acuden no son para ser tratados en este hospital” que atiende casos graves.

El gerente comentó que no es posible dar prioridad a pacientes con infecciones de garganta, oídos o nariz, cuando hay casos de niños con enfermedades complejas y raras. Sin embargo, el gerente aclara que no se les puede negar la atención.

Por eso, otra medida que se implementa es el denominado “cierre de hora”. Las agendas programadas de cada pediatra se suspenden por una hora, para que atiendan los 200 turnos adicionales que se otorga a quienes van sin cita.

“El plan de contingencia cubre esa demanda adicional. Pero es necesario cambiar la cultura hospitalaria, para que las personas agenden previamente sus citas” y no vayan al Hospital por casos que no son graves.

González apunta que también se decidió abrir las puertas del hospital más temprano, ya que el laboratorio clínico atiende desde las 06:00. Los niños deben madrugar para que les tomen las muestras.

Hasta el miércoles se vivían escenas dramáticas afuera del Baca Ortiz. Ese día, por ejemplo, a las 05:00 ya había decenas de padres y madres con sus pequeños hijos haciendo fila afuera del hospital.

El termómetro marcaba 8 grados. Los niños vestían chompas térmicas y gorros de lana. A los más pequeños les abrigaron con cobijas. El frío era intenso. Recién había dejado de llover.

Roxani contó ese día que ella y su hijo Edward, que tiene leucemia, se despertaron a las 04:30 para salir temprano de Chimbacalle. Llegaron a las 05:10 y estaban entre los primeros de la fila, de unas 40 personas. “Venimos cada ocho días. Madrugamos porque se acumula mucha gente”.

Contó esa vez que los turnos se entregaban desde las 06:30. Si llegaban temprano -contó la mujer- Edward era atendido a las 07:00.

Una realidad similar era la de Rocío y su hija, Saraí, de 1 año y 8 meses. Ese día salieron a las 04:30 desde Calderón. Un vehículo les cobró USD 10 por transportarlas. La niña padece insuficiencia suprarrenal desde que nació. Esperaba que la atendieran temprano para luego comprarle las medicinas.

“Sería bueno que el hospital abra las puertas y no morirnos de frío, más que nada por los niños”, dijo. Le hicieron caso.