placeholder
Las Últimas
22 de agosto de 2017 11:04

La Guaragua tiene un equipazo

La Guaragua ayer llegó a la estación La Carolina, se desplegaron banderas de Ecuador y España. Foto: ÚN

La Guaragua llegó a la estación La Carolina, se desplegaron banderas de Ecuador y España. Foto: ÚN

Redacción Últimas Noticias

Todos vieron la pared romperse e ingresar a la tuneladora La Guaragua en la estación La Carolina. Detrás de esa imagen, entre piezas de metal, tuberías y máquinas, lejos de las cámaras, estaba parte del equipo que hizo posible ese nuevo paso en la construcción del Metro de Quito.

Durante 39 días, entre 150 y 160 personas trabajaron para avanzar 1 450 metros, desde la estación Iñaquito. La obra no para nunca, apuntó José Pablo Castro, coordinador de producción del tramo El Labrador-La Alameda. Hay cuatro grupos para los diferentes turnos.

Durante la llegada de La Guaragua, ayer, unos 15 de ellos estaban en la máquina. La celebración por el logro fue sencilla, con queso y jamón. Pero, el orgullo y la alegría fueron grandes.

Estrechones de manos y abrazos se veían entre ‘El Enano’, ‘La Hormiga’, ‘El Cruceta’, ‘La Guitarra’... En el grupo el que menos tiene apodo, pues, relató Álvaro Villalba, encargado de colocar los anillos que sostienen el túnel, se ha tejido una buena amistad.

Castro saca pecho por su equipo y señala que la calidad de las personas es la que ha hecho posible que la obra avance con rapidez.

Estaba previsto que la máquina avanzara entre 14 y 20 metros por día. Pero, en promedio, fueron 37. Y eso que hallaron mucha agua y piedras, hasta del tamaño de un carro.

Si bien la elección de la maquinaria y los equipos fue un acierto, para Castro, el componente humano es el más importante: trabajadores, amables y con ganas de aprender. Al menos el 95% es ecuatoriano.

Entre ellos está Javier Cangas. Él viajó a España por la crisis que el Ecuador enfrentó en 1999. Llegó a ese país guambrito y encontró trabajo con Acciona, la empresa que construye el Metro. Regresó al país, primero, para la obra de la hidroeléctrica Coca-Codo.

Actualmente, el hombre de 39 años es uno de los pilotos de La Guaragua. Él ya ha trabajado haciendo túneles en España y Ecuador, pero es su primera experiencia al volante.

Castro señala que hay un equipo base muy especializado y, a la par, la obra es una escuela. Se aprovechan las capacidades de todos.

Víctor Farinango,
por ejemplo, trabajaba en construcción y ahora instala tuberías. Ya va por unos 22 kilómetros de tubos.

Cada uno tiene una función y, dicen los duros de la obra, la cumplen con todas las de ley.