El día en que un 'Guagua' suspendió el pregón de las Fiestas
En 1999, el Guagua Pichincha quiso convertirse en el protagonista de las Fiestas de Quito. Un 25 de noviembre, muy tempranito (05:29), se produjo una erupción volcánica que levantó una columna de ceniza, cubriendo gran parte del norte de la capital. Este hecho alteró las actividades habituales de sus habitantes.
Las afectaciones vinieron por partida doble. Por un lado estaban las actividades diarias en los trabajos, las escuelas, los negocios y por otro la víspera del inicio de las celebraciones de las fiestas de Fundación de la 'Carita de Dios', con el tradicional pregón nocturno.
Aquel día, a lo largo de la avenida 10 de Agosto, los empleados e inclusive propietarios de los negocios limpiaban el material acumulado en el frente de sus locales. Cada vez eran más visibles las fundas de plástico negras y los costales de yute junto a los postes y una nube espesa que molestaba: ojos y nariz.
Las tareas de limpieza se extendieron a los domicilios, locales comerciales y oficinas en el centro y norte de Quito: La Mariscal, Iñaquito, Jipijapa, El Bosque, Cochapamba, Andalucía, La Vicentina, la González Suárez, La Luz y El Inca.
La caída de ceniza ocurrió un día antes del esperado pregón de las fiestas, por lo que el alcalde de ese año, Roque Sevilla, consideró oportuno suspender dicho evento, no así, la Feria Jesús del Gran Poder, en la Monumental Plaza de Toros Quito.
El cartel abridor de ese año estaba integrado por el rejoneador español Pablo Hermoso de Mendoza, El Tato y el matador ecuatoriano Carlos Yánez. La ceniza no le privó al habitante de Quito de disfrutar de las corridas.
La elección de la Reina tampoco se suspendió. El cetro de 1999 se llevó la quiteña Natalia Torres. 'Naty', días después, organizó una subasta en favor de los afectados por la erupción en Lloa. El Daewoo que le regalaron estuvo entre las donaciones.
Para limpiar la ciudad fue necesaria la presencia de más de 1 000 trabajadores y las tareas demoraron más de tres días. Ese año, las Fiestas de Quito se bailaron zapateando, con mascarilla y levantando ceniza.