Gresca entre vendedores
Una gresca entre comerciantes ecuatorianos y extranjeros ocurrió en la parada de buses de Tambillo, al sur de Quito.
Vendedores ambulantes ecuatorianos, de la organización 21 de Enero, se agarraron a golpes con foráneos que se dedican a la misma actividad en la Pana Sur. Ocurrió a las 09:00 del 1 de julio del 2019. En el Comando Policial de Mejía se informó que hubo cinco detenidos, quienes esperaban por la audiencia de flagrancia.
Al mediodía de ayer, los apresados se encontraban en la UPC de esa localidad. Los acompañaban sus familiares, amigos y los agentes que los custodiaban.
El extranjero Johny C., de 29 años, contó que los problemas comenzaron a las 14:00 del domingo 30 de junio mientras vendía dulces en los autobuses. En ese momento, asegura, un hombre de la mencionada organización lo golpeó sin motivos.
Luego de ese incidente, él les contó a compatriotas suyos lo que había sucedido. Ayer, 1 de julio, por la mañana, fueron al lugar de la pelea, para dialogar con el agresor y pedir que las cosas se calmaran. “En ese momento -afirma- otros vendedores se alteraron y nos atacaron”.
Lisbeth M., esposa de uno de los agredidos, aseguró que les cayeron a puñetes y que los atacaron con piedras y palos. “Le rompieron la cabeza, tenemos fotos. Eran más de 20”.
Dos foráneos tenían heridas en la cabeza y la ropa manchada de sangre. Otro, golpes. Pidieron a las autoridades que se haga justicia.
“Ellos tienen una política de que cuando hay un vendedor que no conocen, lo agreden y sacan de la ruta”, expresó Wilmer G., de 39 años, a quien le cosieron seis puntos en la cabeza.
Uno de los comerciantes ecuatorianos detenidos, Nelson P., manifestó que la tarde del domingo uno de sus compañeros reclamó a Johny C. por insultar a sus colegas que cuentan con los permisos para trabajar. “Incluso agredió a una compañera, la empujó”.
Jonathan S. es otro ecuatoriano apresado. Señaló que los extranjeros al principio lo buscaron para dialogar, pero que luego le lanzaron un puñete al descuido y en ese momento comenzó la gresca. Espera que el Municipio permita trabajar solo a la gente que cuenta con los permisos.
Milton G., de la organización 21 de Enero, insistió que los problemas se dieron porque no respetaron a una señora. Afirmó que sus colegas no le rompieron la cabeza a uno de los foráneos. “Queremos que se respete a la gente que está aquí por años (...) Para llevar el pan de cada día toca defender el sitio de nuestro trabajo”, puntualizó Milton G.
