placeholder
Las Últimas
28 de junio de 2019 12:05

Los primeros graduados del año en el Salón de la Ciudad

Con todas las galas del caso, un grupo de guaguas se graduó en el Centro de Quito. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Con todas las galas del caso, un grupo de guaguas se graduó en el Centro de Quito. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Redacción Últimas Noticias
(I)

Los más guaguas de la Escuela Reino de Quito, ubicada en el corazón del Centro Histórico, se graduaron la  mañana de este 28 de junio del 2019, en el Salón de la Ciudad. La ceremonia arrancó a las 09:15 y estaban hasta con capa y muceta. Fue la primera ceremonia de este tipo en este año en el Palacio Municipal.

Bien ordenaditos, agarrados de las manos de sus madres, los alumnos más pequeñitos de este plantel de 76 años ingresaron al auditorio y se sentaron en las butacas de palo verde. Estaban bien encachinados: las niñas con vestido largo, de fiesta; y los niños, con corbatín y leva.

Leonardo Vásquez, docente del plantel que se levanta entre las calles Mazo y Loja, contó que este evento ya se organiza hace 10 años para que los guambritos del Inicial entren con pie derecho a primer grado. En esta oportunidad se graduaron 38 pequeños.

Y para dar realce al evento, de entrada hubo varias frases para ponderar a la niñez. Se dijo, por ejemplo, que el éxito les acompañe al llegar a la etapa final de su primer reto académico... Luego el Himno Nacional y los pequeños cantaron duro duro duro, con fervor.

Enseguida, Ligia Talavera, directora del plantel, tomó la palabra y clarito mencionó: “... este semillero de niños es un tesoro de Dios”. Que en la casa, los pequeños se nutren de valores y en la escuela se los refuerza. Que sin los padres de familia no hay comunidad educativa y por eso es vital su involucramiento..." 

La Directora agradeció también a las maestras de estos niños de Inicial, quienes con su trabajo permitieron que los pequeños dejaran la timidez y se llenen de alegría. Al final puntualizó que no les dice adiós sino un hasta luego y que pasen unas lindas vacaciones.

Kerly Guamán, con un hermoso vestido blanco, se encargó de hablar en nombre de sus compañeritos. Dio las gracias a los maestros, por sembrar en ellos la “fruta del saber y el hábito del estudio, también por el gran amor recibido...”.

Y antes de entregar los títulos y ponerles la capa y la muceta a los graduados, un grupo de pequeñitos se echaron un baile clásico en el escenario para que sus compañeros y padres de familia disfruten y dejen los nervios a un lado.

Ya vendrán las graduaciones de los más grandes de Quito.