Organizados y bien solidarios en la González Suárez
La organización nació antes de la pandemia y durante esta se afianzó un elemento más: la solidaridad. Los vecinos del barrio González Suárez, en el norte de Quito, tienen varios frentes de acción: ayuda social, rescate de mascotas, reciclaje, entre otros. Se organizan por ‘chats’ temáticos y se ponen manos a la obra.
José María Laso, presidente del Comité Promejoras, comparte los frentes de trabajo del sector que tiene alrededor de 4 000 moradores. Algunos se quedaron en pausa por la emergencia, pero han surgido otros. Entre los grupos integrados por vecinos están dos de convivencia, dos de emergencias, uno de servicios.
Entre las primeras tareas que han impulsado en la pandemia está la ayuda a vigilantes de autos que laboraban en el sector, aquellos que estaban registrados y tenían el visto bueno de la Policía.
María Luisa Cordero, vicepresidenta del Comité y responsable de acción social, detalla que han apoyado a 18 cuidadores, a recicladores de base y a dos vendedoras de frutas y verduras que han laborado por años en el barrio.
En principio, la ayuda solidaria llegó a unas 26 personas por semana. Hubo una contribución monetaria de vecinos para hacer transferencias a quien lo necesitaba. Aunque, a los cuidadores también les entregaron kits alimenticios en sus hogares.
Las jornadas no quedaron ahí, pues apoyan a recicladores y las vendedoras para que retomen su trabajo de forma segura. A los primeros les entregan el material diferenciado una vez por semana. De hecho, antes de la pandemia estaba en marcha un censo con el Municipio para implementar una iniciativa de reciclaje.
En cambio, María Fernanda Peñafiel, moradora del barrio, facilitó su parqueadero para que dos comerciantes instalen sus puestos y hasta ayudaron con la gestión en el Municipio. Les apoya con medidas de seguridad y hasta en entregas. Ahora el barrio tiene su propio ‘Mercadito’.
Laso, además, cuenta que se sumaron al ropero comunitaria de la iglesia Nuestra Señora de La Paz. La misión: revisar los armarios y seleccionar ropa en buena estado para colaborar.
En las jornadas comunitarias se incluye el trabajo con la fauna urbana abandonada. Hay una comisión, presidida por Sergio Calafiori Fortte, quien comenta que realizan rescates de animales e impulsan jornadas de adopción.
Pero no vaya a creer que es cuestión de ir al barrio, abandonar a los peludos y que el grupo encontrará casa a todos. Se enfocan, además, en la recaudación de recursos o alimentos para apoyar a fundaciones.
En el barrio de la González Suárez, a la par, se organizaron para apadrinar árboles que fueron plantados hace algún tiempo ya en el sector y así cuidarlos.
Laso da fe de que en Quito hay muchos barrios organizados y enfatiza la importancia de emprender
