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15 de abril de 2020 15:45

Fundación acolita a los médicos en la emergencia

Los cuartos son desinfectados diariamente

Los cuartos son desinfectados diariamente. Foto: Cortesía Fundación Cecilia Rivadeneira

Redacción Ultimasnoticias.ec

Los médicos tienen una posada en la Fundación Cecilia Rivadeneira. La organización acolita en esta época de crisis por la expansión del covid-19. Hay chance para 40 personas.

Wilson Merino, director ejecutivo de la fundación, cuenta que pusieron a disposición de las autoridades las instalaciones ubicadas en la avenida Simón Bolívar y Ruta Viva, desde el día uno de la emergencia. Sin embargo, no han tenido una respuesta oficial.

Pero no se han quedado de brazos cruzados y la organización ha seguido con el apoyo en la sede de 2000 metros cuadrados. Esta cuenta con cuatro consultorios médicos básicos, un comedor, áreas verdes, servicio de Internet y televisión pagada.

Hasta el lugar ya han llegado profesionales que están en la primera línea de trabajo durante la emergencia y que por la naturaleza de su oficio no tienen el tiempo para llegar al hogar o prefieren no hacerlo, por resguardar la seguridad de sus familias.
En el sitio pueden quedarse el tiempo que lo necesiten de forma gratuita. La hora de entrada y salida depende de los requerimientos de las labores propias de los profesionales.

Cada vez que llega y sale el personal el lugar es completamente desinfectado. Para acceder a una cama, lo único que las personas deben hacer es comunicarse al 098 907 2968.

Con el objetivo de velar por el bienestar de los profesionales de la salud, el Municipio también ha pensado en alternativas. Una de sus propuestas es la apertura de hostales y hoteles que se ubican en los alrededores de cuatro grandes casas de salud del Distrito Metropolitano.

Quito Turismo hizo un mapeo de los establecimientos de alojamiento en un radio de un kilómetro de los hospitales Carlos Andrade Marín, IESS del sur, Eugenio Espejo y Pablo Arturo Suárez.

En un inicio, hallaron 181 sitios operativos cerca a las tres primeras casas de salud. La misma suerte no hubo alrededor del Pablo Arturo Suárez (en el norte), donde no hubo ni uno.

Se hizo un primer acercamiento con los dueños de estos negocios y 54 dijeron estar interesados en acolitar. En total, pusieron a disposición de médicos, enfermeras y trabajadores de los centros médicos en general 1 110 habitaciones. El resto de negocios se negó básicamente por temor a poner en riesgo a sus empleados y colaboradores.

Las autoridades realizaron una clasificación de los establecimientos dependiendo de sus costos y se elaboraron tres fases. En cada una se estableció un presupuesto. En la primera, por ejemplo, se contempla para 30 noches, USD 63 000 aproximadamente.