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16 de enero de 2020 09:10

La lucha contra el fuego en el cerro Casitagua continúa

Dos focos de fuego se mantienen en el cerro Casitagua hasta la mañana de este 16 de enero del 2020. Foto: ÚN

Dos focos de fuego se mantienen en el cerro Casitagua hasta la mañana de este 16 de enero del 2020. Foto: ÚN

Diego Bravo
(I)

El esfuerzo de los bomberos no pasa desapercibido para quienes viven en las faldas del Casitagua. La gente del barrio Santa Clara de Pomasqui, en el noroccidente de Quito, recolectó agua y comida para repartir a los casacas rojas como un gesto de agradecimiento.

Por grupos, los bomberos han estado enfrentando las llamas apenas se presentaron, el martes 14 de enero del 2020, a las 10:00. A las 15:00 de ayer, 15 de enero, fue relevado el grupo que trabajó desde la noche del martes.

La voracidad de las llamas, la fuerza del viento y lo agreste del terreno han complicado los trabajos. La mañana de este jueves 16 de enero, casi la totalidad del incendio ha sido extinguida. Se aprecian dos focos de donde aún sale humo, en el lado norte del cerro donde se concentran las tareas de extinción.

En la zona se percibe todavía el humo en el ambiente pero no con la intensidad de ayer. El viento ha llevado el humo hacia el norte, hacia San Antonio de Pichincha, donde el olor a quemado es más fuerte.

Debido a la intensidad las tareas, el alcalde Jorge Yunda informó la mañana de este 16 de enero que uniformados de Cotacachi, Ibarra, Latacunga, Saquisilí, Pujilí, Puerto Quito, Riobamba, Rumiñahui, Santo Domingo, Tulcán, Ambato y Lago Agrio, se suman a las tareas y con ellos se ha conformado un grupo de 400 efectivos que se desplegarán en la zona "para apagar de forma definitiva dos focos de incendios que quedan" en el cerro Casitagua. Yunda mencionó que se espera que con descargas de cuatro helicópteros se logre erradicar el fuego.

Los vecinos de Santa Clara están preocupados. En el vecindario viven ocho familias. Apenas una estrecha quebrada con vegetación les separa del lado donde se producen las llamas, que avanzaban hacia la parte baja de la montaña.

“Siento miedo por mi casa, toda la noche escuchamos cómo el incendio consumía la vegetación; imposible dormir así. A cada rato nos despertábamos”, señaló María Robledo. Cuenta que en la zona hay pavas, pájaros, serpientes, conejos silvestres y lobos que están en peligro.

La gente del barrio no ha sido evacuada. Hasta ayer, 15 de enero, al menos, no fue necesario. Pero el fuego ha dejado ya serios daños. El balance preliminar indica que ha consumido entre 250 y 300 hectáreas de vegetación desde que comenzó a las 10:00 del martes 14. Las autoridades no han reportado heridos o fallecidos o casas quemadas.

El sitio es monitoreado con drones para evaluar los daños en la flora y fauna.
A medio kilómetro del incendio está la zona del Oleoducto Transecuatoriano. Está fuera de peligro.

En los centros educativos de la zona hubo malestar de los estudiantes y maestros por el humo. Algunos padres optaron por retirar a sus hijos la mañana de ayer. En otros planteles dispusieron el uso de mascarillas.

¿Y cómo se produjo el fuego? “El 100% de incendios forestales son provocados por la mano del hombre”, indicó el capitán Gallegos. Ninguna persona fue detenida por provocar el incendio, hasta ayer, 15 de enero.