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6 de agosto de 2020 15:04

Las fotos del recuerdo se resisten a morir

Luis realiza una cuidadosa selección de las imágenes que se van a imprimir para entregarlas

Luis realiza una cuidadosa selección de las imágenes que se van a imprimir para entregarlas. Foto: Cortesía

Ana Guerrero

Con la pandemia creyó que su fuente de empleo se acabó. Aun así, sus más de 30 años de trayectoria en la fotografía pesaron más. Se reinventó y, de paso, no dejó que al menos 150 estudiantes se quedaran sin el recuerdo de su graduación.

Luis Tituaña tiene 58 años y empezó su carrera por la necesidad que tenía la empresa estatal en la que empezó a trabajar desde guambrito, en el sector eléctrico. Le inscribieron en un curso en la Alianza Francesa. Registró proyectos como el Paute y sus imágenes llegaron a medios de comunicación. “Aunque nunca con mi nombre”.

Cuando la entidad cerró, al igual que en esta emergencia sanitaria, se quedó sin un rumbo fijo. Pero, a la vez, fue una nueva oportunidad. En ese entonces, empezó a fotografiar eventos sociales.

Luego las puertas se abrieron en un colegio del Centro de Quito, donde inmortalizó primeras comuniones, navidades, graduaciones y más.

Más adelante, pasó a trabajar en otro establecimiento. Su primer estudio fotográfico, denominado Imagen, estuvo en las calles Imbabura y Manabí, en el barrio La Chilena, cuenta el hombre bautizado en Calderón, criado en El Panecillo y recorrido por otros puntos de la capital.

Así fue ganando prestigio entre los padres de familia, quienes al finalizar este año lectivo le buscaron para conservar un recuerdo del bachillerato de sus hijos.
Ese pedido le exigió adecuar un espacio en un área abierta, lo hizo fuera del local de su esposa, Martha Burgos, en la 18 de Septiembre y Ayacucho.

Tenía que invertir en las galas para los retratos, arreglos flores, desinfectantes y más. “No tenía un centavo en el bolsillo”. Sin embargo, lo logró, estableció turnos y un número limitado de personas por cada estudiante. Fijó los horarios de atención de 07:00 a 17:00. Cada sesión por un máximo de 15 minutos. La noticia se fue difundiendo y logró tener una buena acogida

Eso sí, nunca amontonados, por eso mismo todo fue con turnos. Solo podían acudir los miembros del núcleo familiar, para evitar cualquier riesgo al sacarse la mascarilla. Eso sí, el profesional no se la retiraba para nada y desinfectaba el lugar luego de cada cita.

Luis les dio varias opciones: fotos individuales o también una guapa carpeta para, además, colocar el título de bachiller. Se encargó de cuidar cada detalle para que el material estuviera con todas las de ley.

La etapa fuerte de trabajo fue entre los últimos días de junio y hasta finales de julio. No obstante, si usted se quedó sin los retratos y quiere tenerlo con todas las medidas de seguridad, puede contactar al fotógrafo de los recuerdos, al teléfono 098 711 7462.