La Floresta guapea su parque
Es un espacio lindísimo, pero con poca visibilidad. Ni siquiera la gente del mismo barrio La Floresta, en el centro-norte de Quito, lo ubica cuando se pregunta ¿dónde queda el parque Zaldumbide?
Tras un largo silencio, viene una respuesta apurada: “Creo que es el que está en la UPC”. Y sí, ese mismo es y solo es conocido por los que viven ahí cerquita. Así que los moradores se han organizado para rehabilitar al lugar y rebautizarlo.
Todo aquello está apalancado por el Festival Arupo II que, dentro de sus actividades contempla la recuperación del espacio público con la ayuda de un montón de artistas que acuna este barrio patrimonial.
En la primera edición de este Festival, recuerda Alexandra Moshenek, del Colectivo Cultural La Floresta, se pintaron -con vecinos y artistas emergentes- varias paredes del barrio. Dos años después de aquello se retomó esa iniciativa, y nuevos artistas están en plena ejecución de los murales en una de las paredes del parque Zaldumbide. La meta es también rescatar plantas y animales.
Los detalles de la intervención se discutieron durante dos meses y se contactaron artistas que tengan raíces en el barrio y sigan habitando ahí.
Así fue como se sumaron Paula Barragán, Luigi Stornaiolo, Rosi Revelo, ‘Hueso’ Donoso, Karo Vallejo, Pablo Ayala, Natalia Espinoza, Cristian Tapia y Sara Roitman. Todos, con su arte, aportarán para ‘alindar’ el parque.
No solo habrá murales, pues como dice Moshenek la idea es trabajar todo el espacio y en cada punto del parque hacer una intervención artística de alto nivel.
La Epmmop también ayuda a cambiar la fisonomía del parque. Los vecinos fueron a la institución a contar la idea y las autoridades dijeron que también querían meter mano.
Después, cuenta Moshenek, Pacari se ofreció a cuidar y mantener lindo este espacio, que se prevé que esté listo en dos meses.
La idea es hacer una sola caminería que una la UPC con la puerta del pasaje Colibrí, y tener más verde. Se pondrá un par de bancas y se moverán los espacios de las canchas para tener un espacio más amplio.
Después, también con el aporte de los artistas de La Floresta, se diseñarán los juegos de los guaguas. Es como un voluntariado para que su barriada esté mejor.
El Colectivo está convencido, agrega Moshenek, que cuando el espacio público está habitado es más seguro. A todo esto se suma la idea de rebautizar al parque Zaldumbide, aunque todo el mundo lo conoce más como ‘el parque de la UPC’. Así que el cambio de nombre va de cajón, porque es importante que lo sientan como suyo. La última palabra la tendrán los vecinos.
