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16 de diciembre de 2019 09:38

Fiesta religiosa y cultural se vivió en Chillogallo

El cuadro vivo fue parte central de la procesión. Foto: Eduardo Terán / ÚN

El cuadro vivo fue parte central de la procesión. Fotos: Eduardo Terán / ÚN

Daniela Cevallos
(I)

Las calles de Chillogallo, en el sur de Quito, se llenaron de música y color con el tradicional Pase del Niño de la U.E. Jesús de Nazareth, la mañana y tarde del 15 de diciembre del 2019. Hace 34 años que nació la institución y con ella esta tradición, en la que participan cientos de personas entre estudiantes, padres de familia y docentes.

A eso de las 09:00 arrancaron las comparsas desde el centro educativo ubicado en la Francisco López y Joaquín Ruales, frente al parque central del barrio.

Los capariches fueron los primeros en salir ataviados con su poncho, sombrero y sus escobas de plantas medicinales, para purificar el camino. Bailaron al ritmo de la banda del Cuerpo de Bomberos de Quito.

Luego las gitanas, los payasos, las ‘viejas’, los aruchicos y los haya humas danzaron para recordar las antiguas tradiciones de las fiestas de Chillogallo.
Varios vecinos del barrio y de otros sectores de la ciudad se dieron cita para presenciar la gran procesión.

Jackeline Estrella, directora de la escuela de la U.E. Jesús de Nazareth, indicó que esta festividad resalta las tradiciones religiosas y culturales del país.

Danzas de la Sierra, Costa y Amazonía se representaron en las comparsas.

Danzas de la Sierra, Costa y Amazonía se representaron en las comparsas.

Recordó que Piedad Arévalo, fundadora del plantel educativo, inició con el Pase del Niño como una de las principales actividades de las fiestas patronales. Poco a poco esta procesión fue tomando fuerza y ahora es una de las principales procesiones del barrio y de la ciudad en esta época.

En el desfile no pudo faltar el cuadro vivo del nacimiento, que fue representado por docentes y padres de familia. Uno de los participantes fue Manuel Frías, quien lleva representando a José durante 27 años. Él relató que desde que su hijo entró a estudiar en la institución educativa él participa de la tradición.

Cholas cuencanas, saraguros, pilahuines, danzas shuar, tsáchilas, yumbos y más pusieron el ritmo en la procesión, en la que se presentaron 24 comparsas y 22 bandas de pueblo.

Fernando Yauri fue parte de la comparsa de los Danzantes de Pujilí. Vistiendo uno de los trajes más llamativos, y sosteniendo el sombrero de cerca de 50 libras, señaló que durante cinco años consecutivos participa del desfile con lo que ha aprendido de las diversas culturas del país.

La procesión recorrió las calles Francisco López, Julián Estrella, Francisco Chiriboga y Carlos Freile. A las 11:30 culminó en el plantel. Ahí la fiesta continuó con las bandas de pueblo.