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27 de diciembre de 2018 09:04

¡A gozarla! Se vienen las inocentadas de La Loma

Grandes y chicos, los vecinos del barrio La Loma le entran al sano humor. Foto: cortesía Mi Loma Grande

Grandes y chicos, los vecinos del barrio La Loma le entran al sano humor. Foto: cortesía Mi Loma Grande

Redacción Últimas Noticias
(I)

Los vecinos de la Loma Grande ya alistan sus disfraces para salir mañana, 28 de diciembre del 2018, desde las 18:00, a las calles de su barriada y hacerse los chistosos con los transeúntes de este sector emblemático de Quito. Es el tercer año que le apuestan a este agasajo al buen humor.

Cada 28 de diciembre se celebra el Día de los Santos Inocentes, una oportunidad para jugar bromas a los ingenuos (“santos inocentes”), y luego repetir la palabra “inocentada”.

Aunque el origen de la conmemoración no es tan grato: se refiere a la matanza los niños menores de dos años ordenada por el rey de Judea, Herodes, al saber que había nacido el ‘Mesías’.

La Inocentada de la Loma Grande tiene la finalidad, cuenta Marco Rubio, coordinador del evento, “de recuperar la memoria y hacer las bromas para que familiares, amigos y vecinos se unan”. Muchas de esas ocurrencias son pequeños engaños o “mentiras piadosas” cuyo único fin es hacer reír durante un rato.
Así que, Rubio hace una cordial invitación a todos los vecinos de los alrededores de la Loma Grande a participar de este evento.

La concentración será a las 18:00, en la puerta de la iglesia de Santo Domingo; media hora después (18:30) saldrán hacia la calle Rocafuerte, desde el arco de la Reina hasta la Mama Cuchara.

En ese trayecto, los chistosos que estarán disfrazados de chuchumecas, payasos, osos, monos… harán de las suyas con bromas y bailes. Y en cada esquina contarán historias y vivencia del barrio.

Es más, los dueños de cuatro locales comerciales de la Rocafuerte (sastrería, cafetería, farmacia y tienda) recibirán a los visitantes con algún presente picante; por ejemplo, caramelitos con ají de maní o empanadas con algodón.

Todo con tal de sacar, insiste Rubio, una sonrisa a los vecinos, sobre todo a los más viejecitos que festejan con ganas esta iniciativa. No ve que, aclara, en sus años de guambras festejaban con todas las de ley.

Resulta que esa costumbre del Día de los Santos Inocentes estuvo en auge por la década de los 40 y las personas que actualmente están en sus años plateados lo disfrutaban al tope. Cuentan que todo el mundo se disfrazaba de payaso, y con su chorizo jugueteaba a diestra y siniestra.

Justamente, esas escenas se pretenden rescatar del olvido, confiesa Rubio, para que los mayores salgan a la calle y de paso recuerden las coplas que sonaban en ese día: “El payasito payasón dame la lección…”.