Espejo volvió a gritar por la libertad
Ni los gritos de los niños jugando por las calles lograron callar a Eugenio Espejo. O bueno, al actor que interpretó al ilustre pensador y científico de la Colonia, en un evento teatralizado que se realizó la mañana del domingo en el Centro Histórico.
“Seamos libres. Consigamos felicidad y gloria” se leía en las banderas que se lucieron colgadas en las cruces de piedra de los atrios de las iglesias coloniales. Esto recordaba el gesto que hizo el propio Espejo un 21 de octubre de 1794, cuando colgó banderas de tafetán rojo para llamar a la conciencia de la gente de la Colonia y sublevarse en contra del poder de la Corona española.
Los curiosos no se hicieron esperar, y más de una persona se agrupó en círculo alrededor de estos personajes para conocer de lo que estaban hablando. Es que era imposible no dejarse encantar por esos trajes coloniales y la frases libertarias que expresaban estos actores, las mismas que fueron sacadas de los libros de historia del Ecuador.
El Carmen Alto, La Compañía y la Catedral fueron algunos de los puntos que formaron parte de estos recorridos teatralizados, impulsados por el Centro Cultural Metropolitano y la familia del médico e investigador Reinaldo Miño V.
Para Marta López, una devota que asistió a su misa dominical en la Catedral, esta idea le parecía loca al inicio. De hecho, creía que eran jóvenes que querían hacer vandalismo en las iglesias del Centro. Luego de escucharlos, quedó fascinada por esta teatralización ya que no sabía que Espejo había impulsado a las personas para que dejen el régimen colonial.
Estos actos se realizan desde hace 13 años como parte de un homenaje al trabajo de Espejo.
