El liderazgo nace en el barrio
Son hartos los vecinos y vecinas afanosos que se alistan para ser líderes y lideresas de sus comunidades. La Escuela de Liderazgo de Casa Somos Quito es uno de esos espacios de preparación.
Se trata de un programa que tiene el apoyo de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), y que busca formar a personas en situación de movilidad humana y a sus espacios de acogida. Para eso aplican algunas herramientas técnicas.
La idea es promover la participación ciudadana y toma de decisiones. Durante el curso, los participantes investigan la realidad de sus territorios, tienen una perspectiva integral de su labor como líderes barriales, generan competencias para su activismo comunitario y conocen herramientas que contribuyan a sus ideas y proyectos.
María del Carmen Flores está contenta de ser parte de las capacitaciones. Para la quiteña de 59 años, más personas deberían recibirlas porque “enseñan a ser más humanos”.
Para ella, el programa ayuda a que se tome consciencia de la realidad de cada persona y piensa que la información que recibió le permitirá dar una mano a quienes lleguen al país.
“Ha sido una experiencia maravillosa. He aprendido lo que no he hecho en toda mi vida, sobre el migrante, el refugiado, leyes, visas...”, cuenta Flores, que siempre ha soñado con liderar un proyecto dirigido a los guambras y que esté enfocado en actividades extracurriculares entretenidas y de aprendizaje.
En total son 16 horas de capacitación, con 4 horas por encuentro. Las jornadas se realizan los sábados, de 09:00 a 13:00, con un receso de media hora.
Movilidad humana
Yolanda Zapata, jefa de la oficina de Acnur en Pichincha, señala que este programa se está desarrollando en los sectores en donde existe mayor cantidad de personas en situación de movilidad. Sin embargo, el plan puede expandirse por todo el Distrito.
La primera Escuela se llevó a cabo en marzo en Casa Somos San Diego, ubicada en el Centro Histórico de la urbe. Allí participaron 5 personas en situación de movilidad y 9 en comunidad de acogida o local.
Actualmente, la capacitación se desarrolla en Casa Somos Cotocollao, con 12 personas en situación de movilidad y 20 de comunidad de acogida. Luego se abrirán inscripciones para la zona sur en la Casa Somos de Las Diversidades.
Uno de los propósitos de esta Escuela de Liderazgo es incentivar la creación de Asambleas Barriales, así como organizar redes grupales para proteger a personas en estado de vulnerabilidad en la capital.
Robert Tigrera tiene 51 años y nació en Venezuela. Él salió de su país por la crisis social y económica y está en Ecuador desde hace un poco más de 3 años.
Robert es todo un ‘coach’ organizacional y trabaja con la ONG Lluvia de Arcoíris. Por tanto, aprovecha para sacarle el jugo al programa. “Todas estas capacitaciones que son de liderazgo siempre serán bien recibidas. Me gusta mucho el liderazgo comunitario porque pienso que los líderes deben nacer y salir de las propias comunidades”, comenta Tigrera, quien piensa que lo que hace falta es educar a las personas y empoderarlas.
“Uno puede tener un talento, pero hay que afinarlo”, agrega.
Reconocimiento
Los nombres de Quito y Ecuador suenan en el mundo. Resulta que el proyecto Casa Somos Quito es uno de los tres seleccionados en el concurso que desarrolla el Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat)
El proyecto se creó como una propuesta de formar centros de desarrollo comunitario que incentiven la participación ciudadana.
Esta idea fue incluida por ONU-Hábitat, que desarrolla el proyecto IntegrHa-bitat, dentro de la categoría participación, gobernanza inclusiva y cocreación del territorio. Esta reconoce todas las prácticas a nivel internacional que resultaron exitosas.
Los preseleccionados del continente americano son Ecuador, Perú y México con sus proyectos: Casa Somos, Más Igualdad y Organización Rhesident AC, respectivamente.
Los centros con las mejores prácticas tendrán el chance de viajar a Polonia para compartir sus experiencias en el Foro Urbano Mundial XI.
