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29 de octubre de 2020 13:27

Emprendimientos colegiales

Karen Ojeda tiene una línea de jabones. Fotos: Cortesía UE Municipal Sucre

Karen Ojeda tiene una línea de jabones. Fotos: Cortesía UE Municipal Sucre

Ana Guerrero. (I)

Confección de prendas con variedad de usos, jabones con grasa animal, adornos con materiales de construcción reciclados, huertos orgánicos y más son parte de los emprendimientos que desarrollan los estudiantes de la modalidad semipresencial de la Unidad Educativa Municipal Antonio José de Sucre.

Desde hace 17 años los proyectos, antes llamados micro empresariales, son una propuesta de educación para la vida. La meta: que quienes egresen aprovechen sus habilidades, experiencias y conocimientos en artes y oficios para tener una opción para su sustento. Y más aún con la crisis generada por la pandemia.

De esa manera, el coordinador de la oferta educativa, César Noboa, resume la propuesta. En la iniciativa participan los estudiantes de tercero de bachillerato, tanto en Ciencias como Técnico en Contabilidad. En el plantel, con sede en el sur de Quito, cuentan con educación desde el octavo de básica, para personas mayores de 18 años que por diversos motivos no pudieron concluir sus estudios.

Una de las estudiantes y emprendedoras es Anita Córdova, de 32 años. En su infancia no tuvo muchos recursos, por lo que al terminar la escuela su madre le ofreció seguir Corte y Confección, para que tuviera algo “con qué defenderse”. Obtuvo el título en esa línea a los 14 años y empezó a trabajar. A los 15 se casó y a los 16, tuvo su primer hijo.

Kevin Tuso emprende con adornos especiales.

Kevin Tuso emprende con adornos especiales.

Recuerda que su esposo la apoyó para comprar máquinas para trabajar en casa. Regresó a estudiar a los 28 años en la Sucre, donde comparte que les han motivado para ser su propio jefe. Así que ella planteó su emprendimiento: confección y comercialización de pantalones tipo calentador. Lo que los hace diferentes, explica, es que se transforman en un bolso o mochila.

Se le ocurrió esa idea pensando en que muchas veces surge una invitación, por ejemplo, a un partido y la persona se puede cambiar de una y no dejar botado todo. Ya acepta pedidos al 099 086 1205.

También está en marcha la idea de Karen Ojeda, de 27 años. Ella es madre de cuatro retoños y trabaja en una fábrica de productos de limpieza. Ella impulsa Jabonería Winter.

Le apuntó a crear un producto para cuya elaboración aprovecha las grasas animales. Así evita un impacto ambiental, al usar materia prima biodegradable.
Ella tiene la meta clara: comercializar los jabones de tocador y buscar una fuente de ingresos para su familia y generar empleos para mujeres que, como ella, son cabeza de hogar.

La joven madre y estudiante del bachillerato en Contabilidad dejó sus estudios a los 15 años, pues se quedó embarazada y, recuerda, en ese tiempo, no le permitieron estudiar en la jornada matutina.

La materia prima para los productos, por ahora, la obtiene en su hogar y con ayuda de sus familiares. Pero, la premisa es aumentar la producción y establecer acuerdos con restaurantes. Le puede hacer el pedido al 098 485 5051.

Noboa resalta que la meta de estas propuestas es, justamente, desarrollar una
educación práctica, para que los estudiantes tengan opciones para contrarrestar la falta de empleo. La mayoría son cabezas de hogar y luego de graduarse pueden seguir potenciando un proyecto técnicamente desarrollado.

Ana Córdova confecciona calentadores.

Ana Córdova confecciona calentadores.

También hay proyectos como el de Kevin Tuso, que consiste en la elaboración de figuras a base de material de construcción reciclado, principalmente mármol y cerámica.

Él es parte del Técnico en Contabilidad y optó por darle una nueva vida a los residuos y, de paso, ayudar al ambiente. Las figuras son para dar caché al hogar y a todo tipo de ambientes.

Todos los proyectos se presentarán en una feria, prevista para mayo. Esperan que las condiciones mejoren para que sea presencial, como todos los años.