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25 de octubre de 2017 18:22

Educación se compromete a evitar impunidad en casos de abuso sexual

A manera de compromisos, el Ministerio de Educación, detalla el trabajo que hará en cada uno de los puntos. Foto: Joffre Flores / ÚN

A manera de compromisos, el Ministerio de Educación, detalla el trabajo que hará en cada uno de los puntos. Foto: Joffre Flores / ÚN

Mariela Rosero

Cero tolerancia al abuso sexual, defensa de la integridad del profesor, evaluaciones integrales, generar confianza en el sistema, evitar el uso político del problema y compromiso con la impunidad. Esos serán los principios rectores del Ministerio de Educación, se afirma en un comunicado, difundido la tarde de este miércoles 25 de octubre del 2017. Esto en medio de una alarma ocasionada por las denuncias de violaciones y abusos sexuales a niños y adolescentes, registrados en planteles, algunos por parte de profesores y otro personal de esas instituciones.

A manera de compromisos, la Cartera de Estado, detalla el trabajo que hará en cada uno de los puntos.

1. Cero Tolerancia
Los delitos graves cometidos contra la niñez y la adolescencia movilizan y comprometen al conjunto de la sociedad. Lucharemos juntos con todos los recursos legales, éticos, culturales y políticos, para erradicar este crimen contra la dignidad, la integridad y seguridad de los niños, niñas y jóvenes dentro del sistema educativo. Una gran movilización y convergencia nacional nos integra en un solo espacio de razón, corazón y acción. Cero tolerancia a la amenaza y a la violencia de los delitos sexuales en la comunidad educativa ecuatoriana. Prevención, sanción y reparación integral a los afectados son nuestros potentes compromisos.

2. Defensa de la integridad del docente

La noble misión de los verdaderos maestros, formadores en conocimientos y valores de la niñez y la juventud, nos obliga a una irrestricta defensa de su condición profesional y de trabajo. Toda la comunidad educativa rechaza y condena los delitos perpetrados por la delincuencia en el magisterio, que pone en riesgo la imagen y el trabajo de los genuinos educadores del Ecuador. Defendemos los derechos de la gran mayoría de formadores de la educación. Rechazamos y condenamos a quienes atentan contra la integridad del docente y de la familia educativa.

3. Evaluaciones integrales
La educación de nuestra niñez y juventud merece lo mejor de nuestros esfuerzos en la familia y en la comunidad ecuatoriana. Los docentes deben ser la garantía ética, académica y profesional frente al desafío de la educación en la sociedad contemporánea. Aplicar una metodología científica para confirmar las aptitudes sicológicas, los rasgos de su personalidad y las objetivas potencialidades humanas de los profesionales de la educación, es la garantía para lograr la educación integral y la seguridad de nuestra niñez y adolescencia.

4. Generar confianza en el sistema educativo
Un sistema educativo íntegro y equilibrado, en sus formas, contenidos y dirección es el fundamento sobre el cual aspiramos levantarnos como sociedad en este momento.
Nuestros niños, niñas y adolescentes afirman sus vidas sobre una sólida base de confianza, seguridad y gran estímulo para crecer con la educación. La comunidad educativa ecuatoriana se fortalecerá por la calidad integral de sus miembros y la voluntad de trabajo y solidaridad de quienes formamos parte de ella.

5. Alejar el uso político del problema
La tragedia individual y familiar de las víctimas de violencia sexual dentro del ámbito educativo no puede convertirse en el pretexto para desplegar oscuros protagonismos políticos. Las circunstancias que hoy afectan a la comunidad son graves y han herido de manera profunda a nuestra cultura y al sistema de valores humanistas presentes en la educación ecuatoriana. Rechazamos de manera categórica y enérgica cualquier tipo de manipulación política que se pretenda hacer de esta situación que preocupa a toda la ciudadanía.

6. Compromiso permanente contra la impunidad
Invocamos a la justicia y a sus instituciones para la aplicación irrestricta de la ley contra la impunidad, la complicidad y el ocultamiento de los delitos que agreden de manera directa a nuestra niñez y adolescencia en las entidades educativas. Ningún caso puede quedar escondido. Ningún grito de auxilio puede ser ahogado. El silencio y el miedo no forman parte de la verdadera comunidad educativa. Estudiantes, docentes y familias nos unimos ahora con una sola y potente voz contra la impunidad de los delitos. Un firme compromiso será el principal apoyo para el fortalecimiento de la comunidad y para afirmar la credibilidad en el sistema educativo. Con el apoyo conjunto de toda la sociedad responderemos con fuerza en el momento actual y en el futuro.