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26 de noviembre de 2019 10:10

Dos ecuatorianos en narcosubmarino

En el puerto de Aldán, Pontevedra, se buscaba reflotar al narcosubmarino. Foto: EFE

En el puerto de Aldán, Pontevedra, se buscaba reflotar al narcosubmarino. Foto: EFE

Agencia EFE

Un sumergible interceptado en las costas del noroeste de España con unos 3 000 kilos de cocaína a bordo llevaba más de 20 días de navegación desde Sudamérica y la droga fue cargada posiblemente en Colombia, dijeron ayer, 25 de noviembre del 2019, fuentes de la investigación.

La nave, de 20 metros de eslora, está hundida frente a la ría de Aldán, en Pontevedra (región de Galicia), y las labores para tratar de reflotarla se reiniciaron  con un gran dispositivo de seguridad.

Los tripulantes eran tres, dos ecuatorianos que fueron detenidos y un español que logró huir.

Según fuentes de la investigación, se trata de la primera vez que un sumergible es detectado en Europa para introducir droga, un método empleado en ocasiones por narcotraficantes para llegar a Estados Unidos con cargamentos de cocaína.

Las averiguaciones se centran ahora en determinar qué organización delictiva iba a recibir la droga, aunque se trata de un grupo muy poderoso, según fuentes de esta operación contra el narcotráfico.

Las primeras investigaciones calculan que la embarcación está cargada con tres toneladas de cocaína de gran pureza, pero puede ser todavía más. “Un buzo logró entrar y sacó un fardo” del submarino, indicó.

La Policía trataba ayer, 25 de noviembre, de reflotar el submarino. Solo entonces logrará determinar cuánta droga iba a bordo, explicó el portavoz.

Los fardos de droga se encuentran tanto en el interior como en el fondo del mar, ya que los tripulantes trataron de deshacerse de parte de la mercancía.

El sumergible habría salido hace más de 20 días de Colombia. Las fuerzas españolas de seguridad recibieron después información de que una embarcación sospechosa navegaba hacia las costas españolas pasando por Portugal.

Fuentes cercanas a la investigación precisaron que el objetivo era que la droga fuera trasladada a otra embarcación, pero los tripulantes no llegaron a ejecutar esa operación.

Con toda probabilidad, esta fue la razón para que decidieran hundir el submarino y darse a la fuga.

Las bandas suelen pagar a ingenieros desesperados por dinero, para que diseñen y fabriquen los submarinos, explica Wilder Alejandro Sánchez, analista especializado en geopolítica y defensa en el ‘think tank’ norteamericano Center for International Maritime Security (CIMSEC).

La mayoría son solo semisumergibles, aunque algunos pueden ir a 30 metros bajo el nivel del agua, según él. “Se están haciendo cada vez más modernos y complejos”, añadió.