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21 de junio de 2018 12:06

La protesta en el Mejía dejó sus huellas

Los alrededores del Mejía amanecieron medio libres de piedras. Pero aún había la huella del lío. Foto: Betty Beltrán/ ÚN

Los alrededores del Mejía amanecieron medio libres de piedras. Pero aún había la huella del lío. Foto: Betty Beltrán/ ÚN

Redacción Últimas Noticias
(I)

Tras la batalla campal de anoche, 20 de junio del 2018, los alrededores de la UE Mejía amanecieron medio limpios de la lluvia de piedras que cayó durante la manifestación de un grupo de estudiantes y algunos egresados de la institución educativa del centro-norte de Quito.

Los jóvenes pedían que su exinspector general no sea trasladado a otra dependencia. Él está siendo investigado por agresiones físicas contra sus dirigidos. Un video que lo muestra golpeando con un palo a alumnos hizo que las autoridades del Ministerio de Educación abrieran un expediente disciplinario.

La protesta comenzó pasado el mediodía de ayer y los dueños de los locales comerciales cerraron las puertas y esperaron pacientes el desenlace. Cuando cayó la noche, las calles estaban llenas de piedras y en el ambiente un olor a gas lacrimógeno.

Pero este 21 de junio en la mañana no había rastro de esas piedras grandes, solo unas pequeñas que se habían quedado en los rincones de la esquina de las calles Arenas y Larrea. Los adoquines tenían manchas de ladrillo.

De las veredas volaron los adoquines. Foto: Betty Beltrán / ÚN

De las veredas volaron los adoquines. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Otras huellas de la manifestación fueron los restos de llantas quemadas justo frente al plantel, entre la Arenas y Vargas.

Más al sur, en la esquina de la Vargas y Ante, una mujer se esforzaba por dejar limpio el frente del edificio. Había piedras pequeñas. Ese material lo sacaban de al lado, pues están dos espacios que al parecer iban a ser jardineras.

Ese punto fue el más afectado, tanto que 12 horas después la circulación de los buses provocaba que el polvo se levantase de la calzada asfaltada.

Maribel Iñacato, propietaria del almacén Disfraces Cantuña, recordaba el padecimiento de ayer. Dijo que eran las 13:00 cuando escuchó la bulla de los manifestantes y bajó la puerta. Allí se quedó toda la tarde, fuma y fuma porque el gas de las bombas lacrimógenos se encerró en el local.

Los chicos lanzaban piedras a los policías antimotines que acudieron al lugar. Foto: Julio Estrella / ÚN

Los chicos lanzaban piedras a los policías antimotines que acudieron al lugar. Foto: Julio Estrella / ÚN

A las 08:30, una cuadrilla de mujeres barrenderas llegó a la zona. Con escobas con cerdas bien puestas le entraron a la tarea de limpiar a fondo el sitio. Las piedras más grandes, contó una de ellas, ya fueron retiradas por la cuadrilla que hace ronda al caer la tarde.

Ante esos hechos, el Ministerio dijo en un comunicado: “Las resoluciones que hasta el momento ha tomado el Ministerio de Educación respecto al caso del docente están apegadas a las leyes. En éstas se respeta el debido proceso, el derecho a la defensa y más garantías jurídicas y se sigue estrictamente el protocolo de protección de derechos de los estudiantes. Se garantiza, además, la veeduría ciudadana en este proceso”.

La institución, a la par, condenó los hechos de violencia acontecidos en las inmediaciones del establecimiento y dejó claro que la Constitución señala que el Estado garantizará la protección y atención contra todo tipo de violencia o maltrato, de cualquier otra índole a los niños, niñas y adolescentes.

Un detenido en la protesta

El coronel Eduardo Pérez, comandante del Distrito Policial Manuela Sáenz, informó ayer que un alumno de 18 años fue apresado.

“Desde la mañana tuvimos una manifestación en las calles Vargas y Matovelle de los estudiantes del Mejía. Están inconformes con una resolución de suspensión de un profesor. Al principio estaban manifestándose pacíficamente, después comenzaron a usar la violencia y a lanzar piedras”, manifestó el oficial.

Se empleó técnicas de verbalización para calmarles, añadió el uniformado. Se les recomendó a que esperen la resolución de las autoridades del Distrito de Educación. “Tenemos algunos miembros policiales que fueron golpeados con piedras, así como roturas de nuestros cascos y escudos”.

Los policías golpeados fueron atendidos por las ambulancias de la Cruz Roja en la calle Santa Prisca.