placeholder
Las Últimas
19 de febrero de 2018 08:57

Un detenido tras ataque al Pan

Unos 10 000 militares fueron asignados para resguardar la seguridad de la frontera norte del Ecuador. También policías. Foto: archivo / ÚN

Unos 10 000 militares fueron asignados para resguardar la seguridad de la frontera norte del Ecuador. También policías. Foto: archivo / ÚN

Redacción Seguridad (I)

La frontera norte se reforzó con uñas y dientes. Los policías y militares intensificaron los controles tras el ataque armado a una patrulla militar ecuatoriana, en el sector El Pan.

El enfrentamiento, que se produjo el sábado 17 de febrero del 2018, habría ocurrido cuando los militares se internaron para chequear la selva, como parte de los patrullajes que hacen en la zona.

Y fue de miedo, pues, de acuerdo con las versiones de oficiales, los efectivos fueron cercados en medio de una balacera. En esas, se produjo la captura de una persona, que cuidaba a otros que se retiraban del sitio y no logró huir.

A El Pan, además de los refuerzos, entró el fiscal de turno, para recibir al sospechoso capturado. Ya está siendo investigado, aunque el asunto hasta ayer se mantenía en reserva.

La investigación está encaminada a definir si el detenido era parte de grupos disidentes de las FARC o miembro de redes de tráfico de drogas o de armas.
Y mientras avanzan las pericias, la orden para los uniformados asignados a la frontera norte (Esmeraldas, Carchi y Sucumbíos) es estar once todo el tiempo. No es cualquier contingente, pues en esos sectores están 10 000 militares.

Claro que la vigilancia ya se había reforzado desde el 27 de enero mismo, cuando se produjo un atentado en la zona de San Lorenzo.

Hasta la tarde de ayer, 18 de febrero, el personal de las FF.AA. seguía en la zona de El Pan y la orden para los policías fue que se quedaran dentro del poblado. Se hizo todo el despliegue por si a los armados que atacaron a la patrulla se les había ocurrido quedarse en algún rincón de la selva ecuatoriana.

El enfrentamiento se produjo justo dos días después de que Ecuador y Colombia estaban de ñaños y acordaron trabajar juntos para frenar a los grupos ilegales.
Los vecinos también le pusieron ganas a reforzar la seguridad: tienen
10 000 uniformados. Nariño, un departamento cercano a Ecuador, es una de las prioridades para Colombia. Aunque hubo un largo proceso de paz, allí ahora operan disidentes de las FARC.