Derrame de diésel ‘botó fregando’ al agüita
La Empresa Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps) levantó la prohibición de consumo de agua que hiciera al mediodía del domingo 22 de agosto del 2021, a propósito de un derrame de diésel en una captadora del líquido vital.
A las 17:30 de ayer informó que se verificó que la calidad del líquido que abastece las plantas de Bellavista y Paluguillo era óptima y por eso decidió levantar la prohibición.
Al mediodía, las autoridades pidieron a la población del norte y de los valles nororientales del Distrito que no tomaran agua directamente del grifo y que no la usar para cocinar. También pidieron reducir el consumo ante posibles cortes.
Con los análisis realizados, ya esas prohibiciones quedan suspendidas.
También informó que se controló el derrame en la captadora de agua de San Juan, en la zona donde se produjo el incidente.
La mañana de este 23 de agosto, sin embargo, las alertas por la llegada de agua con olor y hasta sabor a combustible se incrementaron.
Decenas de usuarios reportaron que el líquido vital tiene olor a combustible, pese a que las muestras realizadas por la Epmaps-Agua de Quito, han salido negativas.
El combustible provino de un tanquero que transportaba diésel y que se volcó en el km 24 de la vía Pifo-Papallacta.
La zona a la que inicialmente se le pidió que no usara agua del grifo para tomar o para la cocina era amplia. Se trataba de los barrios del norte, desde la avenida Colón hasta Calderón. Estos son abastecidos por la planta de Bellavista.
Lo mismo se pidió a la población de Checa, Guayllabamba, El Quinche, Puembo, Pifo y Tumbaco. A todos ellos les llega el agua desde Paluguillo.
Ya no fueron necesarios tampoco los cortes de servicio que se preveían.
El derrame se produjo tras un accidente ocurrido la noche del sábado 21 de agosto. Un tanquero que transportaba diésel se volcó y parte de ese combustible fue a dar al tanque de captación del sector de San Juan. Esa agua llega a Bellavista y de Paluguillo.
El tanquero que se accidentó transportaba 10 000 galones de diésel, de los cuales se recuperó 8 000. El resto se regó en la carretera, las cunetas y la tierra.
No hubo heridos tras el siniestro. Los 30 bomberos que acudieron al sitio hicieron el trasvase del diésel desde el vehículo afectado hasta otro contenedor.
