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13 de junio de 2019 09:38

La cruz de Miraflores ya no parece de cementerio

Los obreros instalan la nueva cruz. Foto: Ana Guerrero / ÚN

Los obreros instalan la nueva cruz. Foto: Ana Guerrero / ÚN

Redacción Últimas Noticias
(I)

Ya se la puede ver en una esquina de la iglesia de Miraflores. Tiene 4,50 metros de alto por 2,50 de ancho. Es de metal y se estrenará oficialmente el 23 de junio del 2019. Se trata de la nueva cruz de la iglesia de las calles Armero y Santa Rosa, norte de Quito.

Antaño, en el templo había una pite cruz hecha de hormigón. Pero, como cuenta Herminia Villacís, madre del párroco de la iglesia, no se distinguía y “más parecía de cementerio”. Cuando llegó a la parroquia, hace como dos años, hasta pensaba que alguien estaba enterrado ahí.

El párroco y canciller del Obispado Castrense del Ecuador, Giovanni Lalaleo, tomó la decisión de hacer el cambio. Y, como cuenta Herminia, el sacerdote aplicó el lema que siempre tiene presente: que sea algo digno para el Señor.

Es así que encomendaron la tarea a César Tixe, quien se puso manos a la obra junto con tres familiares. Uno de ellos es su hijo, Dimas, de 22 años. Ayer, 12 de junio, mientras instalaban la cruz, contó que les tomó 15 días la elaboración. Esta pesa, bajito, unas 500 libras. Tiene un alma y una cubierta para evitar que se oxide.

Al hombre, con 30 años de experiencia, no le impusieron un diseño, solo le dieron opciones. Y, dice, en estos trabajos ya juega la imaginación y, claro está, la experiencia.

Herminia recuerda que el sacerdote le mandó diseños de cruces al duro del metal y le pidió que escogiera la que más se adaptara al espacio. Luego el diseño final se aprobó en el consejo de pastoral, y los hombres le entraron al trabajo.

Decidieron que fueran César y sus familiares los responsables de semejante obra porque ya habían colaborado con otros encargos cuando el religioso servía en la iglesia de Santa Anita de Barrio Nuevo. Los expertos en metal heredaron el talento de su padre, Jesús Tixe, quien ya falleció. César, por ejemplo, empezó a trabajar con su progenitor desde los 11 años. “Mientras estudiábamos, trabajábamos”.

La mujer también cuenta que la premisa era que la cruz se vea desde lejos y se distinga que se trata de una iglesia católica. La van a pintar de blanco y a iluminar. Y será inaugurada en las fiestas que tendrán el 23 de junio próximo.

Celebración. En la fiesta que se hará para inaugurar la nueva cruz se hará también la bendición de una imagen de la Virgen de La Merced, que se encuentra también en la iglesia de Miraflores.