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5 de junio de 2018 10:28

Dejan el colegio por emigrar

Niños y jóvenes llegan hasta la terminal de Carcelén, norte de Quito. Foto: Diego Pallero / ÚN

Niños y jóvenes llegan hasta la terminal de Carcelén, norte de Quito. Foto: Diego Pallero / ÚN

Diego Bravo
(I)

Las escenas se repiten en las terminales de transporte. Niños y adolescentes venezolanos con sus familiares, llevando maletas y con la esperanza de conseguir una nueva escuela o colegio en el país al que se movilizan. Abandonaron sus estudios debido a la crisis económica.

La noche del lunes 4 de junio del 2018 se vivió esa realidad en la estación interprovincial de Carcelén, en el norte de Quito. Decenas de infantes esperaban un bus para trasladarse hasta la fronteriza Huaquillas, en la provincia de El Oro, y de allí partir hacia Lima, la capital del Perú, para reencontrarse con sus allegados.

Los niños vestían chompas abrigadas y sacos de lana. Adolescentes cuidaban vehículos para conseguir unos centavos y reunir para los pasajes. Los que ya viajaban esperaban con ansias embarcarse en un vehículo y seguir su camino. Uno de ellos es Joel, de 15 años, quien cursaba el cuarto año en el Liceo Creación El Macaro de Maracay, cuando abandonó los estudios.

Su aspiración era obtener buenas calificaciones y graduarse para luego seguir la carrera de piloto de avión. Sin embargo, tuvo que abandonar el colegio para reunirse con sus padres que viven en Lima.

“Iba a pasar a quinto año, pero me retiré. No me siento nada bien. El objetivo de un niño o adolescente es terminar la secundaria para luego estudiar una profesión”.
Aspira acabar el bachillerato en Perú. También ver a sus primas, de 15 y 11 años, quienes también dejaron el colegio por emigrar.

Él viaja junto a su hermano, Wladimir de 13, quien estaba en el mismo centro educativo y perdió el año. “Me siento triste por no estudiar y a la vez feliz porque voy a estar con mi mamá”.

A ambos los acompañaba su tío, Hupertín Manrique, cuyo hijo de 11 también dejó la escuela hace 10 meses para irse a España con la mamá. El hombre aspira a trabajar en Perú, juntar dinero, y viajar a Europa para reunirse con su pequeño. “Estaba en sexto grado. Le revalidaron materias y continuó su formación en otro continente”.

La cantidad de chicos venezolanos que abandonan el colegio o la escuela por emigrar es un tema que preocupa a las autoridades de esa nación. Datos difundidos por el Ministerio de Educación de Venezuela indican que en el año lectivo 2016-2017, el año escolar de educación básica comenzó con
7 446 515 estudiantes, mientras que para el 2017-2018 fueron 7 195 335. Es decir, 251 180 menos.

En ese sentido, según informa EFE, la Federación Venezolana de Maestros (FVM) indicó que desconoce el “paradero” de ese cuarto de millón de alumnos y manifestó su preocupación por el tema, al tiempo que denunció el deterioro de más del 90% de los planteles y la “inacción” del Gobierno de Nicolás Maduro en este sentido.

Pese a las críticas, el Jefe de Estado reiteró que el 76% de la educación en el país es “gratuita y de calidad” y llamó a su Gobierno a trabajar para escolarizar al 10% de esa población que no está incorporada en ningún programa.

En tanto, decenas de chicos venezolanos que abandonaron su formación académica continuaban llegando anoche a la estación de Carcelén.

Yerson tiene 17 años y partió desde Caracas junto a sus padres. Cursaba el último año de bachillerato y lo abandonó. Su prioridad es arribar a Lima y conseguir un empleo para enviar dinero su novia, de la misma edad, y su hijo recién nacido.

Llegó a Quito caminando desde Cúcuta, frontera colombo-venezolana. “Me gustaría acabar mi bachillerato (…) También había cosas peligrosas como la inseguridad. Mis amigos fueron asesinados”.

Danny tiene 20 y salió del colegio cuando cursaba el segundo año de bachillerato. Su hija está en Guarenas, estado de Miranda, y quiere trabajar para mantenerla. Lleva cuatro días en Quito. Por el frío se enfermó de la garganta y tenía fiebre. La gente que les lleva comida en las noches le da medicinas. Aspira estabilizarse en Perú, retomar el colegio y luego estudiar Ingeniería en Petróleos.