Un club para sanar heridas
La idea es curar heridas. Se trata del ‘Club de Hombres por el Buen Trato’, un programa de tres vertientes: psicológico, social y educativo. Nació en el 2010 y hasta hoy se han beneficiado 600 personas.
El Centro de Apoyo Integral (CAI) ‘Tres Manuelas’, ubicado en el sector de la 24 de Mayo (Loja, entre Venezuela y Guayaquil, en el centro de Quito), es la sede de esta propuesta que cuenta con una estrategia de intervención dirigida a hombres que tienen o tuvieron problemas de agresión con sus parejas o hijos.
La intervención dura cinco meses, unas dos horas y media cada semana. En las terapias se trabaja el enojo y la ira, menciona Roberto Moncayo, coordinador del Centro que es un ala del Patronato Municipal San José. Los pacientes les llegan de las Unidades Judiciales de Violencia de Mujer y de las Juntas Metropolitanas.
A ser obligados por la justicia a asistir a esas sesiones, al principio siempre hay resistencia de su parte e incluso consideran que están allí injustamente y que “las leyes solo son en favor de las mujeres”, apunta el funcionario. Y los hombres son renuentes a asistir.
En ese sentido, agrega Moncayo, se trabaja para que puedan ver este hecho como una oportunidad de cambio y de reflexión en la vida. Y de transformación en el sentido de que puedan optar por una forma de vida diferente, basado en el afecto y el buen trato.
Antes de la pandemia, en el Centro había grupos de hasta 30 personas, y al cabo de los cinco meses de trabajo, terminan alrededor de 25. Todo porque, menciona Moncayo, si desertaban podían tener repercusiones legales por tratarse de una orden judicial que les obligaba a seguir la terapia.
¿En qué consisten los talleres? Son vivenciales, la jornada puede ser el lunes o el jueves, entre las 08:30 y 11:00. Comienza con ejercicios bioenergéticos para controlar toda la parte emocional; luego les pregunta cómo fue su semana y si cumplieron los compromisos que hicieron la semana anterior.
El tercer punto consiste en un trabajo específico, en donde los participantes cuentan sus experiencias. El taller de la semana se cierra con un ritual donde explican qué aprendieron en el proceso y hacen un compromiso de cambio. Se les manda una tarea de escribir sus vivencias.
Lamentablemente esta pandemia ha disparado los casos de violencia a la mujer, de allí que en este año las Tres Manuelas tiene 100 pedidos de la autoridad, pero solo 20 hombres han llegado a los talleres.
Como cada terapia dura cinco meses, al año se trabaja en dos. Y si algún hombre necesita formar parte de este Club, aún sin tener una orden judicial de por medio, pueden acercarse a la sede de la 24 de Mayo y tratar sus emociones. La inscripción es gratuita.
Si no hubiera espacio en el taller que está en curso puede esperar al próximo, pues por la pandemia el número de participantes por aula tuvo que bajar a 10.
