Chimbacalle comienza una farra de cinco días
Los vecinos de Chimbacalle no tenían fiestas patronales, así que un grupo de ellos se reunió para firmar un acta fundacional. Y decidieron que la fecha sea aquella de la llegada del primer tren a la estación de este sector emblemático. O sea, cada 25 de junio.
Aquel día, hace dos años, unos 30 moradores se citaron en el aula múltiple del ferrocarril, allí donde funcionaba la imprenta y hoy, un museo de sitio. En la reunión estuvo gente del Municipio, del Ferrocarril, de la U. San Francisco, de ConQuito, de colegios cercanos... Todos firmaron el acta de filos color oro.
Ese acto fue el número central de aquellas fiestas, las primeras de Chimbacalle. Unos días antes había arrancado la farra con la presentación de la película: ‘Ratas, ratones, rateros’, que se filmó en Chimbacalle, allá por las casas de la calle Tomebamba; también hubo un concierto sinfónico.
Raúl Armendáriz, dirigente de la Ciudadela México, pondera la importancia de Chimbacalle, pues allí “se asentó el primer contingente humano e industrial de Quito”; allí estuvo la empresa La Victoria, La Internacional, Royal...
Dice que Chimbacalle es más que un barrio, pues aglutina sectores como Los Andes y Ciudadela México por poner dos ejemplos. Es la puerta al sur, donde se acababa Quito, el sector industrial del siglo XX.
En época preincaica se la llamó Pillcokancha, luego Machangarilla, San Juan de Machángara. Y luego empezaría a tomar el nombre de su camino principal: Chimbacalle. Será este el nombre que perdure para el barrio, mas no para la calle principal la cual tomó el nombre de Maldonado.
Fue una parroquia indígena rural de Quito hasta que en 1908 llegó el ferrocarril y hoy comienzan su farra alzando el pañuelo.
