¿Cuánto deben usar el celular en vacaciones?
Fue una necesidad comprarle un celular a su hija de nueve años, dice Paola, madre de Maddy. La pequeña llegaba de la escuela y se quedaba una hora sola en casa hasta que su mamá llegara del trabajo. Para comunicarse, le dio un teléfono, le compró un chip y así la conectó al mundo de las redes sociales.
Si la niña no le contestaba el teléfono rápidamente, la madre de 34 años optaba por hacerle una llamada por WhatsApp o por Facebook. También le mandaba mensajes y estaban conectadas durante el trayecto del trabajo a la casa.
Antes de darle “esa responsabilidad”, Paola le dio varias recomendaciones a su hija. Entre ellas: “No aceptes invitaciones de personas desconocidas”, “No subas fotografías” o “No contestes llamadas de extraños”.
Maddy ha cumplido con esos acuerdos. Incluso han convenido un horario de uso del teléfono en vacaciones. Solo puede ocuparlo durante 30 o 40 minutos.
Llegar a acuerdos en el tiempo frente a la pantalla y hablar sobre seguridad son dos aspectos fundamentales para el uso de celulares en niños y adolescentes, en especial, en vacaciones. En esta época, los chicos tienen más tiempo libre y pasan más en casa al cuidado de abuelos o parientes.
El primer criterio que hay que tomar en cuenta es que las redes sociales no pueden ser un obstáculo para hacer otras actividades como salir con amigos o pasear al aire libre, explica la psicóloga Sara Vinueza.
“Cuando se dejan de hacer esas actividades por estar en redes sociales es una alerta y hay que limitar el tiempo”. Ahí deben llegar a acuerdos sobre cuántos minutos u horas debieran estar frente a las pantallas. Por ejemplo, los 30 ó 40 minutos que acordaron Paola y su hija.
Involucrarse o saber con quién habla el niño o adolescente es otra de las recomendaciones de Vinueza. Ella asegura que las redes sociales son un espacio para compartir gustos, preferencias, habilidades y talentos, por lo que es necesario que como padres se involucren más en ese aspecto de la vida de los hijos.
Esta situación -dice Vinueza- evita que los adolescentes se conecten con personas equivocadas o que les puedan hacer daño. Además, es necesario hablar con los muchachos sobre la necesidad de no subir fotos en tiempo real, de su vivienda o imágenes en las que muestren sus partes íntimas.
La psicóloga, además, recomendó que los niños no debieran tener cuentas en redes sociales, por los peligros a los que se enfrentan. Sin embargo, los adolescentes ya pueden abrir una cuenta, ya que están en la búsqueda de compartir nuevos intereses y gustos; incluso para relacionarse con sus pares.