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19 de junio de 2019 09:43

Le dieron 60 dólares de ortiga 

Momento en que Luis C. era sometido a la  sanción decidida por el Cabildo Kichwa. Foto: cortesía

Momento en que Luis C. era sometido a la sanción decidida por el Cabildo Kichwa. Foto: cortesía

Washington Benalcázar
(I)

Luis C., de 43 años, fue obligado a caminar descalzo y en ropa interior por las calles del centro de Otavalo (Imbabura). Luego recibió cinco azotes y un baño de purificación con agua helada y golpes con ramas de ortiga, mientras permanecía atado a una columna de cemento, en la Plaza de Ponchos. Esa fue la sentencia que le aplicó el Cabildo Kichwa de Otavalo al acusado de hurto.

La sanción tuvo lugar la noche del lunes 17 de junio del 2019. La tarde de ese día el propietario de una despensa de víveres se percató que faltaban algunos envases de alimentos por un costo de USD 60. Recurrió a las grabaciones de las cámaras de video de su local. Luego llamó al Cabildo Kichwa para presentar la denuncia.

Los dirigentes indígenas, liderados por Rumiñahui Jimbo, presidente de la organización, revisaron evidencias y conocieron la ubicación de Luis C., quien deambulaba por la urbe. Con la ayuda de los agentes municipales se retuvo al ciudadano y se instaló una asamblea del consejo de gobierno del Cabildo Kichwa. Ahí analizaron el video y escucharon la versión del sospechoso.

Finalmente acordaron aplicar una sanción moral, que fue la caminata, y luego un castigo físico. Según Jimbo, el objetivo es que tenga vergüenza ante los vecinos y que no vuelva a repetir la falta. Una multitud de kichwas de la zona urbana acompañó el proceso de juzgamiento y la ejecución de la sanción.

Estuvo presente Rocío Cachimuel, presidenta de la Federación de Indígenas y Campesinos de Imbabura. La lideresa justificó la acción tomando en cuenta que el Cabildo Kichwa es una autoridad reconocida por el Estado y tiene entre sus atribuciones la resolución de conflictos en su zona de influencia.

Los familiares de Luis C. entregaron USD 60 a la autoridad local para que sean restituidos al propietario de la tienda de alimentos.

El retenido fue entregado a sus parientes con la presencia de un funcionario del Ministerio de Salud Pública y la Policía Nacional, para que verifiquen que está en buen estado de salud. Jimbo advirtió que quienes infrinjan la ley en la zona urbana de Otavalo también serán sancionados.