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22 de febrero de 2018 10:10

Una mano para la Casa de Espejo

Matilde Bucheli es una de las dueñas de la casa donde vivió Espejo. Foto: Ana Guerrero /ÚN

Matilde Bucheli es una de las dueñas de la casa donde vivió Espejo. Foto: Ana Guerrero /ÚN

Redacción Últimas Noticias
(I)

La casa de Eugenio Espejo, aquella que su padre Luis Espejo compró en una subasta, ha sido de la familia Bucheli desde hace unos 200 años, aseguran.

Si bien la edificación patrimonial, con el tiempo ha perdido su esplendor, hay un espacio de esta donde parece no haber pasado los años. Los muebles, el piano, una radio, las alfombras y pinturas antiguas se mantienen intactas.

En ese sitio, en el segundo piso, sobre el segundo de los tres patios de la casa, vive Matilde Bucheli Martínez, de 92 años.

Ella relata con toda lucidez que su bisabuela Serafina Villacís compró la casa, donde vivió con Ramón Bucheli, su abuelo. Él, a su vez, tuvo a sus 19 hijos, algunos fallecieron cuando aún eran pequeños.

Matilde llegó a la vivienda cuando era pequeñita y desde ese entonces su vida ha transcurrido en la ‘casa de la calle del Mesón’. Y allí sigue, pendiente de uno de los tesoros de la historia. La casa también es propiedad de una prima y los hijos de un primo que ya falleció.

Pero esa joya necesita mantenimiento y arreglos. Por años, los trabajos se han hecho, pero, actualmente, Matilde no puede cubrir los gastos.

La mujer es soltera, no tiene hijos y se mantiene de las rentas de la casa, bueno, de la parte que le toca. En el lugar habitan seis familias.

Ella sabe que hay programas en el Municipio para intervenir la casa, en los que una parte pone la entidad y la otra, en cuotas, el propietario del bien patrimonial. Sin embargo, ella apunta que no está en posibilidades de pagar así sean abonos pequeños y tampoco está en condiciones para hacer las gestiones.

Algunos trámites sí se han hecho y se ha intentado siempre tener en buenas condiciones la casa, dice Sara Zapata, la mujer que cuida y vive con Matilde, y quien ha trabajado con la familia desde los 12 años.

Incluso tras los daños que sufrió la vivienda en el terremoto del 2016, le pusieron empeño en los arreglos para que la casa quede en buenas condiciones.

Aunque los departamentos están en buen estado para ser ocupados, hay desgaste en las fachadas y en los patios. Ahora la esperanza es que alguna autoridad u organismo recuerde la importancia histórica de la edificación y apoye para la intervención y, sobre todo, para devolverle el brillo a este patrimonio.

El dato. La casa de Eugenio Espejo fue comprada por su padre, Luis, en una subasta, que ganó con 1 100 pesos. Antes de él, perteneció a Isabel Vinueza y Armendáriz, viuda de Pedro Martín Barriga.