Casa patrimonial esquinera se pone bien fortachona
Una grúa de 200 toneladas se distingue en la calle Benalcázar, en una esquina de la plaza de San Francisco, y al pie de la casa patrimonial por la cual se ingresará a la parada del Metro de Quito.
Estructuras metálicas se observan en la fachada del predio del Centro Histórico de Quito. Allí se hace tuco reforzamiento para que, como contaron en la obra, por ejemplo, en caso de un sismo se mantenga firme.
15 personas están dale que dale a la obra para el reforzamiento de la fachada patrimonial. Hay más trabajadores en otros frentes para dejar ‘papelito’ esta estación que queda en un sitio tan especial de la ciudad.
Y con la grúa grandota se ayudan para meter y sacar material para los trabajos.
Está previsto que el andén reciba a más de 40 mil pasajeros cada día. Tendrá áreas para compartir la historia y el desarrollo del Centro Histórico de la ciudad.
Según datos de la Empresa Metro de Quito, en el interior del edificio se han identificado diferentes modificaciones ejecutadas a lo largo del tiempo. Menos mal estas no han afectado a la estabilidad de este predio patrimonial de la ciudad.
La fachada, indicaron en la obra y ya lo dijo la empresa Metro de Quito, permanecerá intacta para cuando funcione la estación. Pero mientras tanto está montada la estructura metálica de soporte. Esta hace las veces de pilares mientras se construye la nueva estructura del edificio. Luego, la casa tendrá guapa cubierta con cristal -ya no teja como ahora-, para que entre la luz natural.
Según Metro de Quito, el ingreso a la estación será inclusivo para personas con discapacidad y de movilidad reducida. Y habrá otro nivel intermedio y un nivel de terraza.
Para las obras se encuentra cerrado un tramo de la calle Benalcázar, justo al pie de la casa intervenida. De ahí que los buses que pasaban por allí ahora circulan por la Imbabura. La mochada de la vía se extenderá hasta diciembre.
