placeholder
Las Últimas
28 de enero de 2020 09:08

Al lado de la Capilla del Robo se buscará justicia

Los espacios se están terminando de adecuar para facilitar todos los servicios que se ofrecerán. Foto: Ana Guerrero / ÚN

Los espacios se están terminando de adecuar para facilitar todos los servicios que se ofrecerán. Foto: Ana Guerrero / ÚN

Ana Guerrero
(I)

Al filo de lo que antaño era la quebrada de los Gallinazos, luego conocida como Jerusalén, se levanta la casa patrimonial en donde funcionará la Junta de protección de derechos de la mujer y adulto mayor, así como de niños y adolescentes. Los servicios se brindarán desde marzo del 2020.

Por el predio, que está pegadito a la histórica Capilla del Robo y que según el Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP) data de inicios del siglo XX, también pasó el arte de la Estampería Quiteña.

Como recuerda el arquitecto y excronista de Quito, Alfonso Ortiz, la quebrada era un gran obstáculo para entrar por ese frente a las edificaciones, aunque había un chaquiñán.

La zona empezó a poblarse y las edificaciones a crecer cuando se hizo el relleno de la quebrada (1910) y luego la av. 24 de Mayo (1922). La historia que rodea a la casa patrimonial no termina ahí. Por ejemplo, la vecina de la edificación, la Capilla del Robo, nació a raíz del delito en el templo de Santa Clara, el 19 de enero de 1649.

Ortiz relata que al año siguiente ya estaba terminada y por eso mismito la quebrada que se llamaba de los Gallinazos pasó a conocerse como de Jerusalén.

El predio, que cuenta con dos plantas, conserva la esencia de sus inicios, pero tiene toques más modernos. Por ejemplo, hay lavaderos con sus respectivas conexiones de agua, que se usaban en la Estampería. En una de las salas que cuentan con estos, se instalará un área de audiencias.

Esta fotografía muestra lo que era la quebrada. Foto: cortesía

Esta fotografía muestra lo que era la quebrada. Foto: cortesía

Marco Antonio Llerena, director metropolitano de Gestión de apoyo a víctimas de violencia intrafamiliar, maltrato infantil, género y violencia sexual, da cuenta de que en la casa histórica se encaminarán medidas de protección para los usuarios. Y ya está en proceso de contratación para el mobiliario y la parte tecnológica. Se conservarán los elementos de la intervención ya hecha.

En el IMP informan que las obras estuvieron a cargo del antiguo Fonsal. Se incluyó la impermeabilización de las cubiertas, reforzamiento de muros portantes, mejor sistema de evacuación de aguas servidas y lluvias.

Llerena apunta a que los lavaderos, por ejemplo, se adaptarán como archivos. Esto debido a que la inversión para hacer adecuaciones desde cero saldría costosa. Y en “época de austeridad” no hay chance.

Y, claro está, se procede al concurso de méritos para definir el personal que atenderá en el sitio. Son cuatro miembros de junta: tres principales y un suplente. Explica que el nombre de junta se acoge a lo especificado en el Código de la Niñez. “Es un lugar de ayuda”.

Y no vaya a creer que se escogió la casa patrimonial para abrir esas instancias solo porque el predio ya está arregladito, sino porque se encuentra en un lugar estratégico.

Como explica Llerena, también se tomó en cuenta que se trata de una zona de gran incidencia de vulneración de derechos. Y solo basta con salir del predio para ver imágenes de trabajo sexual, adultos mayores con problemas de consumo de sustancias sujetas a fiscalización, entre otras.

Y contemplan al sector como un punto de desarrollo, pues a pocos metros estará una estación del Metro de Quito. En combo quieren que en el barrio haya un mejor porvenir.

Refugio y apoyo

La atención será de lunes a viernes, de 08:00 a 16:30.

En el establecimiento se brindará varios servicios. De entrada: auxilio inmediato para las personas que hayan sido vulneradas.

Habrá acompañamiento legal y chequeo médico.

Según datos de la Alianza para el Monitoreo y Mapeo de los Femicidios en el Ecuador, compartidos por el Municipio, entre el 1 de enero al 18 de noviembre del 2019, 95 mujeres fueron asesinadas.