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19 de julio de 2018 11:45

Buses eléctricos, a prueba en Quito

En uno de los parqueaderos de La Carolina se mostraron las unidades eléctricas. Foto: cortesía Unión de Operadoras de Transporte

En uno de los parqueaderos de La Carolina se mostraron las unidades eléctricas. Foto: cortesía Unión de Operadoras de Transporte

Redacción Últimas Noticias
(I)

Ni sabe, en Quito habrá unidades de transporte eléctricas. Y no se trata de los buses abuelitos del Trolebús. 

La Unión de Operadoras de Transporte de Quito informó que la propuesta es mejorar el servicio en la capital, con cero emisiones contaminantes y, además, mayor seguridad vial, eficiencia energética...

Son tres unidades: un bus articulado de 18 metros, uno de cama baja de 12 metros y un bus tipo de 12 metros. Por ahora, informó la Unión, las unidades están en comodato.

Los dos primeros están destinados para el corredor Oriental y en la ruta de la operadora Águila Dorada (Asamblea-El Condado) y el tercero en rutas del sur y Centro de la ciudad.

La organización recordó que, en meses anteriores, los usuarios de la zona norte ya presenciaron la operación del primer bus articulado. Ahora, en cambio, los usuarios del sur y Centro de la ciudad tendrán la posibilidad de utilizar el servicio.

Las operadoras de la Unión que arrancan con las pruebas son: Transplaneta, Translatinos y Tranzeta. Luego seguirán otras.

Durante los dos meses siguientes operarán en las rutas: Quitus Colonial-Universidad Central; Camal-Inca, Seminario-Beaterio, Ferroviaria-Recreo y Argelia-Recreo. La meta es probar las unidades en diferentes características y condiciones geográficas.

La cuestión es verificar la potencia, costos operativos y rendimiento de las unidades. Y ya se han realizado pruebas en Guayaquil, Loja, Cuenca e incluso Quito en el Corredor Central Norte, de La Ofelia a La Marín.

De acuerdo con la información de la Unión, la implementación del 100% de flota eléctrica en toda la ciudad generaría un ahorro en subsidio del diésel de cerca de mil millones de dólares en los 20 años de vida útil del equipo rodante.

Además, se contempla la disminución del material particulado producido por los motores de combustión interna y el diesel que se expende en la capital.