Bachita hace oír la misa desde el balcón
Desde que el covid-19 hizo su aparición, Beatriz Yupangui, conocida como Bachita por sus conocidos, dejó de ir a la iglesia de Santo Domingo, en el Centro Histórico, para escuchar misa. Pero, esta vecina de la Loma Grande, halló la manera de que ni ella ni sus vecinos se pierdan de ese acto religioso.
Bachita saca un pequeño radio a pilas a su balcón y a todo volumen pone la misa que a las 07:00 se emite por radio María.
¿No le hablan los vecinos? “No hay razón”, responde muy convencida. Mejor le agradecen, dice, pues “en estos momentos tan difíciles es bueno escuchar una guía y hacer conciencia de la situación que vivimos”.
Su casa está en la calle Montúfar, a unos pasitos de la Rocafuerte, la que atraviesa todo el barrio. Los choferes que pasan por ahí a la hora de las eucaristías, se santiguan.
Las misas las pasa de lunes a sábado. El domingo, los vecinos no tienen su misa por ondas radiales, porque doña Bachita sigue la homilía desde la TV.
Ella es una quiteña de cepa, nacida en el barrio de San Sebastián, muy cerca de La Loma, en el año 1943.
Esta moda de oír la misa desde el balcón, la aplicó desde el primer día del confinamiento, a mediados de marzo. Y tanto se acostumbró la vecindad que hasta los jóvenes que pasan por el balcón de la Bachita se santiguan. Jamás, confiesa, han osado decirle: “oiga, apague el radio”.
En otros barrios del Centro y sur hay ejemplos parecidos, pero solo se replican los domingos. En Edén del Valle 3, por la Autopista General Rumiñahui, se saca el parlante de la iglesia al patio. Igual ocurre en el sur, en la iglesia de Santa Rita de Casia.
