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14 de junio de 2018 07:54

Luis vive una pesadilla luego de un asalto

El hombre de 56 años pide que lo ayuden. Foto: Euardo Terán / ÚN

El hombre de 56 años pide que lo ayuden. Foto: Euardo Terán / ÚN

Diego Bravo

‘Soy taxista desde hace 10 años. La mañana del domingo 25 de mayo del 2018, tres hombres me asaltaron en el sector de Bellavista de Calderón, en el norte de Quito”.

“Lo que ocurrió fue una pesadilla. Ellos me pidieron una carrera con dirección a ese lugar y, al parar el vehículo, comenzaron a atacarme con un destornillador afilado. Uno de ellos me tomó por el cuello para robarme. Logré escapar y ellos se fueron con mi taxi. Pero conducían tan rápido que, al dar reversa para escapar, el carro se encunetó y tuvieron que abandonarlo; se llevaron el dinero y la radio de comunicaciones”

“Luego me auxiliaron mis colegas de la cooperativa para localizar a quienes me agredieron. Los encontramos en el mismo sector, al interior de un local que alquila mesas de billar”.

“Entre todos los golpeamos hasta que llegó la Policía y se los llevaron”. “Las secuelas del asalto son terribles. Hasta ahora tengo pesadillas. Anoche soñé que se robaban mi auto que estaba en mi casa”.

“Sigo con nervios, no tengo esa paz que siempre tuve. Vivo en incertidumbre. Soy hipertenso y tengo diabetes. Desde que me asaltaron, vivo con dolores en mi pierna, no puedo subir las gradas con facilidad”.

“El trámite en la Agencia Nacional de Tránsito ha sido muy engorroso y aún no me entregan mi vehículo. Solicito de una forma cordial a esa institución para que todo se agilice. Vamos 18 días y sin solución”.

“Necesito pagar mis deudas. Debo USD 6 000 al banco y no puedo hacerlo porque aún no me entregan mi herramienta de trabajo”.

“Las pericias de la Policía han sido rápidas. Las hicieron al segundo día del asalto. Solo falta un trámite de la ANT: la verificación del motor y el chasís. Necesito que me ayuden”.